“¿Cuándo vas a tener un hijo?”, “Yo ya estaba casado a tu edad, ¿qué esperas?""¿Qué trabajo dijiste que haces? Son ejemplos como tantas preguntas incómodas que corren el riesgo de estropear el buen humor de quienes tienen que inventar una respuesta. Así que aquí tienes un pequeño manual para evitar que te pillen desprevenido (y seguir sonriendo)

Lauterbach: "tampoco se puede estropear todo"