«Igual que cuando salimos de la ducha el espejo se empaña por el vapor y pasamos la mano por encima para vernos mejor la cara, así escribir una carta a nuestro futuro yo puede ser una estratagema para aclarar nuestra deseos y miedos. Para entender qué dirección tomar para alcanzar nuestros sueños. Y si no existe, constrúyelo.” La carta, gracias a la iniciativa creada por Conthackto, regresará al remitente/destinatario exactamente un año después