En solo un día, las memorias del Príncipe Harry vendieron más de 1,4 millones de copias en los EE. UU. y el Reino Unido, superando por poco el récord de JK Rowling. El éxito deja indiferentes a los familiares de Royal y parece que no quieren hablar más con él por miedo a acabar en la edición de bolsillo.