UNA DECORADORA ha recibido críticas por cómo decora su árbol de Navidad anual.
A la mamá, sin embargo, no le importa lo que otras personas tengan que decir sobre su decoración navideña; simplemente se alegra de que a su pequeño le guste.
erika (@mientrasfloriansleeps) compartió el vídeo con más de 10.000 seguidores de TikTok.
Como maximalista, Erika explicó que hace todo lo posible con las decoraciones de su árbol todos los años, y que uno de los pasos que no puede perderse es el oropel.
Aunque era muy consciente del impacto medioambiental de la decoración, explicó que era consciente de su uso.
“EL ÚLTIMO y probablemente el más controvertido. Todos los años recibo comentarios de odio”, dijo.
“Por favor, no vengan a por mí por usar oropel, sé que no es lo más ecológico, pero literalmente el 90% de mi casa es material de segunda mano”.
Señalando su árbol decorado, explicó que los reutilizaba todos los años: “Estos estarán conmigo hasta que muera, no compro decoración nueva todos los años”, añadió.
“Mis cosas son mis cosas navideñas para siempre, así que cuando pueda encontrar un oropel biodegradable, definitivamente lo usaré, pero hasta entonces, lo siento, no lo siento, estoy usando oropel”.
Colocó el oropel sobre un adorno colgante y explicó que prefería que el oropel fuera más fino.
“Me gustan las piezas de diferentes longitudes, así que tomo mi pegote, lo coloco en la rama y dejo que avance”, explicó.
Si bien normalmente iba a toda velocidad con el oropel, este año estaba siendo mucho más conservadora debido a su pequeño.
“Tengo un bebé de diecisiete meses y cuando llegue a casa y lo vea, se volverá loca”, dijo.
“Ahora mismo le tiene miedo al árbol porque le dije que envejece, pero tengo miedo de que el oropel le resulte irresistible”.
La gente recurrió a los comentarios para compartir sus opiniones sobre la decoración de su árbol.
Muchos pensaron que el oropel añadía un encanto extra: “¡Me encanta el oropel! Simplemente añade algo especial para mí”, dijo un comentarista.
Otros estuvieron de acuerdo en que era una tradición navideña y algo imprescindible para ellos también: “Mi mamá ponía oropel pieza por pieza… ¡¡¡le tomaba horas y era glorioso!!!” dijo otro.