El pingüino rey del zoológico de Berlín examina cuidadosamente el trabajo del limpiador de ventanas. Foto: Olaf Wagner
Por Katja Colmenares
¿Vista despejada de – o para los pingüinos rey en el zoológico de Berlín?
Este limpiador de ventanas es en realidad un cuidador de zoológico. Pero en el territorio de las focas y los pingüinos, limpiar ventanas es tan parte del área de responsabilidad de Hannes Wessing como alimentarlos. Una vez a la semana, él o uno de sus colegas se paran en medio de la cuenca de agua fría de la Antártida.
Incluso si la limpieza solo lleva entre 15 y 20 minutos, no puede hacerlo en bañador. Porque la temperatura del agua de la piscina es de entre seis y ocho grados como máximo, tanto en invierno como en verano. «Así que está claro que los cuidadores de animales siempre usan un traje impermeable grueso», dice la portavoz del zoológico Svenja Eisenbarth.
Wessing se frota como loco. ¡No solo para calentarse, sino porque, por supuesto, no puede usar limpiadores o las aves se enfermarán! No se le permite traer más que trapos y escobillas de goma al recinto.
Y el pingüino rey tiene cuidado de no resbalar. Porque si el cristal sigue sucio, ya no puede mirar hacia fuera para observar a la gente.