Por Ole Kröning
Por molestia, se dice que un padre en Lichtenberg ahogó a su bebé de tres meses. La fiscalía de Berlín ha presentado ahora cargos de asesinato contra el hombre de 37 años.
¡Este acto cobarde conmocionó a Berlín! La noche del 12 de agosto, un hombre apareció en el Hospital de Accidentes de Berlín (UKB) en Marzahn con una bolsa portabebés y un bebé sin vida dentro. Los médicos ya no pudieron hacer nada más por el niño: todos los intentos de reanimarlo fracasaron.
Su padre estaba acompañado de sus padres. Primero condujo hasta Ahrensfelde con el niño muerto en el maletero del coche y luego a la clínica.
Esa noche, una brigada de homicidios inició la investigación en el apartamento de los padres, en el noveno piso de una casa prefabricada en la Wiecker Strasse, en Neu-Hohenschönhausen. Rápidamente creció la sospecha de que el hombre podría haber matado a su hijo. Fue arrestado el día del crimen y se encuentra bajo custodia desde entonces.
El motivo del acto cobarde suena escandaloso: según el fiscal, porque sintió que su estilo de vida se veía perturbado por un segundo hijo, lo mató. ¡El cargo es asesinato con motivos viles!
En consecuencia, habría colocado al niño de tres meses completamente vestido en una bañera para bebés y le habría metido la cabeza bajo el agua. Luego salió de la habitación y esperó “hasta que cesaron los ruidos de las salpicaduras”.
La madre del pequeño y su hermana, cinco años mayor que él, no se encontraban en casa en el momento del crimen. Los residentes describen a ambos padres como vecinos amigables. Cuando nació el pequeño, su comportamiento cambió. “Él parecía tenso, ella miró hacia otro lado”, denunció un vecino al BZ, quien también dejó de saludar.