Se demanda artesanía: cada vez más orfebres de Holanda Septentrional

Según cifras de la Cámara de Comercio, el número de orfebres, plateros y orfebres en Holanda Septentrional está aumentando considerablemente. Por ejemplo, hace cuatro años la provincia todavía contaba con 381 empresas propias y a finales de 2024 esta cifra ha aumentado a 470. ¿Por qué esta artesanía vuelve a ser tan popular?

Anne van Kampen, de 29 años, de Hoogkarspel, trabaja desde hace un año como orfebre independiente bajo el nombre de AvK Sieraden. También es orfebre en Juwelier van den Mosselaar y relojera en Schaap en Citroen.

Ella explica cómo llegó a la profesión: “Crecí junto a mi abuelo y mi abuela, y a mi abuela le encantaban las joyas. Así nació el amor”. También es muy precisa, y eso también ayuda a la hora de hacer joyas.

En 2013 comenzó a formarse como relojera en Zadkine Vakschool Schoonhoven. Luego comienza a trabajar como relojera. Como se trata sólo de reparar relojes y Anne también echa de menos el contacto con los clientes, se cambia a un joyero en Hoorn. Allí reparan joyas y relojes, pero también los fabrican ellos mismos.

Entrenamiento de orfebre

Por este motivo, Anne empezó a formarse como orfebre en la misma escuela profesional de Schoonhoven en 2020. “En la joyería me di cuenta de lo hermoso que es regalar joyas preciosas y brillantes al cliente”.

Y resulta que ella no es la única que empieza a formarse como orfebre en la escuela profesional de Schoonhoven. Pieter Vermeulen es profesor allí y también está afiliado a la Federación Oro y Plata.

Según él, en los últimos años el número de estudiantes ha aumentado: “Este año empezamos con 175 estudiantes de primer año. Esto equivale a cuatro clases completas de primer año, antes eran dos o tres”.

Lea más abajo la tabla sobre el aumento del número de orfebres, plateros y plateros en el norte de Holanda.

Varias razones

Según él, este aumento se debe a varias razones: la imagen del oficio ha mejorado y el reconocimiento de la profesión está aumentando. “Hace diez años todavía se consideraba anticuado”.

Y al hacer visible su trabajo como orfebre, por ejemplo a través de vídeos de YouTube o las redes sociales, también aumenta el reconocimiento del cliente. “Los consumidores buscan experiencia y le dan más valor. Si saben que están adquiriendo algo especial y único, están dispuestos a pagar por ello”, afirma Vermeulen.

Emociones

Anne también lo reconoce. “Con mi propia empresa visito a la gente en casa. Cuando le muestran una joya al joyero, a mí me muestran varias joyas”.

Según Anne, estas son historias hermosas: “Se libera la emoción. Entonces la gente rápidamente dice ‘esta era mi madre’ o ‘esto es lo que vestía la abuela todos los días'”.

Anne trabaja ahora dos días a la semana en Juwelier van den Mosselaar, tres días a la semana como relojera en Schaap y Citroen y también dirige su propio negocio. No es la única que lo hace, afirma Vermeulen: “Aproximadamente el 65% de nuestros estudiantes trabajan por cuenta propia y el 35% trabajan como reparadores en un taller o en una joyería”.

Negocio propio

Aunque no es fácil empezar como autónomo, según Vermeulen es posible. “No se necesita mucho: sólo una mesa de trabajo y herramientas. El mayor problema es encontrar una propiedad”.

Y cuando se le pregunta si se puede ganar dinero con ello, Vermeulen responde lo siguiente: “Puedes ganarte bien la vida con ello, pero tú mismo eres responsable. Y también hay que atreverse a pedir un buen precio por ello”.

Anne está de acuerdo con esto, aunque cree que depende de varios factores: “Si eres un orfebre novato, todavía tienes mucho que aprender”. Y además, tener tu propia empresa no siempre es fácil. “Tienes que estar al día con Instagram, la contabilidad, el contacto con el cliente y también haces las joyas”.

Pero Anne todavía no piensa en dejarlo: “No, no hasta dentro de mucho. ¡Lo disfruto muchísimo!”.



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