Sander, de Aalsmeer, tiene EM, pero todavía participa en las Marchas de los Cuatro Días de Nijmegen: “Ahora todavía es posible”

Sander comenzó a experimentar espasmos musculares y dolor en el lado derecho de su cuerpo hace siete años. Había manchas en su cerebro, según mostró una resonancia magnética. “Después del diagnóstico me sentí muy triste por un momento. Mi visión del futuro cambió. Pude ver que me quedaría paralizado y terminaría en una silla de ruedas”.

Su escenario apocalíptico no se ha hecho realidad en los últimos siete años. Al contrario, gracias a su medicación, Sander ya no sufre contracciones ni espasmos musculares. Sin embargo, todavía tiene dolor y está más cansado. “Desde entonces estoy más feliz con lo que puedo hacer. Eso ya no es un hecho. También he hecho mucho más ejercicio desde entonces y ahora todavía es posible”.

Para aprovecharlo al máximo

Cómo será el futuro sigue siendo un gran interrogante. “Afortunadamente, nunca he sido un pensador de futuro. El cuadro clínico de la EM es muy diverso y su evolución no se puede predecir, pero lo veo positivo. Por supuesto, a veces hay momentos malos. Intento no pensar demasiado en mi enfermedad durante mucho tiempo. demasiado tiempo.

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