El suspenso duró hasta el final. Preligens, una start-up francesa experta en inteligencia artificial (IA) en defensa e inteligencia, será comprada por su compatriota Safran, según LesÉchos y La Tribune. Durante mucho tiempo, fueron las empresas extranjeras las que parecieron sostener la cuerda. Gracias a Safran, Preligens sigue…
El suspenso duró hasta el final. Preligens, una start-up francesa experta en inteligencia artificial (IA) en defensa e inteligencia, será comprada por su compatriota Safran, según Los ecos Y La galería. Durante mucho tiempo, fueron las empresas extranjeras las que parecieron sostener la cuerda.
Gracias a Safran, Preligens permanece en el redil francés
Esta start-up fue fundada en 2016. Especializada en IA, ofrece herramientas que permiten el análisis y la interpretación de imágenes de satélite.
Útil para todo lo relacionado con inteligencia y defensa. Por este motivo, Preligens firmó rápidamente contratos con cuatro infraestructuras del Ministerio de Defensa, como la Dirección de Inteligencia Militar, o incluso con un servicio británico.
En 2022, su contrato de siete años con el Ministerio de Defensa alcanzó los 240 millones de euros, para el procesamiento y análisis de inmensas cantidades de datos. Por tanto, su principal cliente resulta ser el ejército francés.
Hoy, la empresa dice tener más de 200 empleados. El importe de la operación con Safran rondaría los 220 millones de euros, menos de los 350 millones que esperaban los accionistas y fundadores de Preligens.
La startup lleva varios meses a la venta. Otros dos grupos mostraron interés: el italiano Telespazio, en parte propiedad de Thales, y el sueco Hexagon AB.
Si los accionistas esperaban 350 millones de euros, es sobre todo por las previsiones de crecimiento. El presidente de la empresa, Jean-Yves Courtois, afirmó recientemente que se debería alcanzar la rentabilidad por primera vez este año con un crecimiento de hasta el 35% en los próximos años.
Buenas perspectivas, que pueden cuestionar los motivos de una venta. Sin embargo, Jean-Yves Courtois ya ha respondido a esta pregunta. Eran los accionistas los que querían vender. Para los fundadores, Renaud Allioux y Arnaud Guérin, es la oportunidad de recuperar parte de su inversión.
Posiciones comprensibles tras las dificultades de los últimos años. Preligens adoptó un plan social en 2023, despidiendo a 30 personas. La facturación prevista para 2024 es de 35 millones de euros, frente a los 28 millones de 2023.
Muestra de la dependencia del Ministerio de Defensa francés, alrededor de veinte millones procederían del contrato firmado con este último. Esto también ilustra la importancia de Preligens para el ejército. Lograr mantener la joven empresa bajo bandera francesa adquiere entonces un aspecto estratégico. Esto ahora es posible gracias a Safran.
Los preligens conquistan el oeste
Esta operación es estratégica tanto para Safran como para Preligens. En el caso del primero, esto le permitirá reforzar sus actividades de defensa y espacio, perteneciente a Safran Electronics & Defence.
En el caso del segundo, esto representa una inmensa oportunidad de desarrollo. Safran ya está presente a nivel internacional, especialmente en Estados Unidos. Tiene acceso a datos clasificados allí, en parte gracias a la compra de Orolia. Una empresa fundada por un tal Jean-Yves Courtois, actual presidente de Preligens. El mundo es pequeño.
Hoy en día, Safran vende herramientas de navegación y vigilancia a actores de defensa estadounidenses a través de su filial Safran Federal Systems. Por ejemplo, sus sistemas de aterrizaje se utilizan en el caza F/A-18 y en el avión de transporte C-17. Un ancla en el país del Tío Sam que Preligens puede utilizar.
Uno de los objetivos de crecimiento externo de la start-up es desarrollarse en el sector de clasificados en Estados Unidos. Su presidente también explicó en una entrevista a la Usine Nouvelle que esto supone dos años de adelanto de lo previsto.
Más allá del ámbito militar, las soluciones basadas en inteligencia artificial de Preligens también se pueden utilizar en Boeing. El desarrollo a través del Atlántico no sólo cumple objetivos de crecimiento. Conquistar nuevos mercados es vital para las PYMES.
Perdió unos diez millones de euros en ingresos cuando el Ministerio de Defensa no renovó dos contratos de imágenes de radar. También se suspendió una recaudación de fondos de 200 millones de euros, luego vino el plan social, mientras que las pérdidas alcanzaron los 5 millones de euros.
En otras palabras, la expansión a otros mercados debería permitir reducir la dependencia del ejército francés.