Uno de los premios más prestigiosos en el mundo de los artículos de lujo es el Royal Warrant, que se otorga a los proveedores oficiales de moda, joyería y otros artículos y servicios de lujo de la Corona británica. Con la subida al trono del rey Carlos III. todos los ojos están puestos en qué marcas y empresas elige para suministrar a la casa real y se les otorga una autorización real por hacerlo.
Durante su reinado, la reina Isabel II prefirió varias marcas, incluidas Burberry, Barbour, Pringle of Scotland, Hunter y Launer, esta última proveedora oficial de los bolsos de Su Majestad durante muchas décadas. Otras empresas que cuentan con una Autorización Real incluyen a Cartier por sus diamantes y relojes, Garrard, el Joyero Oficial de la Corona, Fortnum and Mason’s por sus productos para el hogar y alimentos, y John Lewis por su mercería. Actualmente existen alrededor de 800 empresas con Royal Warrant, la mayoría de ellas en los sectores de la moda, la alimentación y los servicios.
¿Qué es la Cédula Real?
Ser propietario de un Royal Warrant permite a las empresas utilizar el escudo de armas real en relación con su negocio, por ejemplo, en su logotipo o embalaje. Esta práctica se remonta a la Edad Media, cuando la competencia por los favores reales era feroz y el monarca podía seleccionar a los mejores artesanos del país. Sin embargo, la asociación oficial no se fundó hasta 1840.
Cuando la corona cambia de cabeza, la casa real revisa la emisión de órdenes judiciales. Según la Royal Warrant Association, la empresa o persona puede continuar usando el escudo de armas real en relación con el negocio hasta por dos años.
Si bien hay muchos diseñadores de moda que trabajan para la realeza que no tienen una autorización real, incluidos Alexander McQueen, Erdem y Emelia Wickstead, deben cumplir con ciertos requisitos. Para ser elegible para una Royal Warrant, una etiqueta debe haber vestido al monarca reinante, su cónyuge o al Príncipe de Gales y su cónyuge durante al menos cinco de los últimos siete años.
Beneficios de la Cédula Real
El reconocimiento por parte de la Monarquía Británica se considera una marca de prestigio, calidad y excelencia, que puede ayudar a mejorar la reputación de una empresa y aumentar las ventas. Ser propietario de un Royal Warrant es también un símbolo de larga tradición e historia, que puede ser particularmente valioso para las marcas de lujo. Los titulares de Royal Warrant a menudo se benefician de una mayor exposición y cobertura de los medios que pueden llevar su marca a un público más amplio, y los consumidores a menudo perciben un producto de manera positiva cuando tiene una garantía. Algunos expertos creen que las ventas pueden aumentar alrededor de un 15 por ciento si se emite un Royal Warrant.
Este artículo fue publicado en FashionUnited.uk. Traducción y edición: Barbara Russ