El cohete que lanzó la última parte de la estación espacial china a principios de esta semana regresó este viernes a la atmósfera sobre la parte sur del Océano Pacífico. Algunos escombros han caído al Océano Pacífico a varios cientos de millas al sur de México.
La mayor parte del cohete se quemó en la atmósfera, informaron las autoridades espaciales chinas. El declive no se controló. Como resultado, China no pudo garantizar que los escombros del lanzador Gran Marcha 5B aterrizaran en un lugar donde no hubiera gente alrededor.
Poco antes de que el cohete volviera a la atmósfera, los restos del cohete sobrevolaron el sur de Europa. En algunas partes de España, el espacio aéreo se cerró temporalmente. Holanda no estaba en la zona de peligro; las partes del misil no llegaron tan al norte.
Muchas críticas internacionales a China por los misiles
Es la quinta vez que un lanzador chino se estrella contra la Tierra sin control. Esto ha generado muchas críticas internacionales para los chinos. Después del lanzamiento de un cohete Gran Marcha 5B en mayo de 2020, una parte del cohete se estrelló en Costa de Marfil. En julio, los escombros de un misil de este tipo cayeron en Indonesia y Malasia.
Rusia y Estados Unidos han controlado el retorno de misiles a áreas deshabitadas o al océano. La compañía espacial SpaceX incluso logra aterrizar cohetes de manera controlada para su reutilización.
China lanzó el lunes el tercer y último componente de su estación espacial Tiangong (‘palacio celestial’). El módulo se llama Mengtian, o ‘sueños del cielo’.