No blues, sino folk pop psicodélico. No muy diferente del joven David Bowie.
El ligero vibrato de su voz, el estilo a veces suavemente declamatorio de su forma de expresarse, en realidad recuerda al David Bowie de finales de los años sesenta. El primer trabajo del estadounidense Scott Fagan, publicado en 1968, también podría haber sido el comienzo de una carrera pop, pero lamentablemente quedó en subjuntivo. Hay rumores de falta de apoyo por parte de la discográfica, pero no se sabe nada con certeza.
Solo esto: las diez canciones, algunas con sutiles metales y cuerdas, son en gran medida convincentes, especialmente “Nickels And Dimes” e “In My Head”. A quien le gusten chistes como éste: con “Madame-Moiselle” podrá engañar a todos los fans de Bowie que se creen omniscientes en lo que respecta al conocimiento del repertorio. Solo decir que estaba planeada como cara B, pero a Tony Visconti no le gustó, por lo que se consideró perdida durante décadas.
¡Podría funcionar! En cualquier caso, es una alegría que SOUTH ATLAN TIC BLUES vuelva a estar disponible en vinilo, incluso con la portada original. Actualmente, Fagan está planeando un nuevo álbum y su historia se está convirtiendo en una película. Lo que a su vez recuerda a otra resurrección tardía: la del “Sugar Man” de Detroit Sixto Rodríguez.