De vuelta a la juventud suburbana con rock retro de cuerdas pesadas.
Mientras que el ondulante sencillo principal “Pretty Boy” levantó las cejas, el siguiente “Easy Now” levantó las manos como si fuera 1996 en el prado de Knebworth nuevamente. Un canto exultante en la tradición de “Don’t Look Back In Anger” y “Little By Little”, como solo Noel Gallagher puede lograrlo, con el mismo mensaje eterno: sanar sanar bendiciones, mañana lloverá, el día después de mañana habrá nieve y ya no duele, así que deja de llorar.
Algunas cosas en la vida, como en el pop, no se pueden asegurar lo suficiente, vea también: Te amo. ¿El hombre de 55 años le pone esta canción convertida en consuelo a su yo más joven, quien fue golpeado por su padre alcohólico? Definitivamente puede ser. A pesar del título y la carátula del álbum, que nos lleva a través de la problemática pero esperanzada juventud suburbana de Gallagher, este no es un trabajo conceptual perspicaz.
Las palabras siempre han servido a Gallagher para transmitir una actitud positiva ante la vida a través de amplios arcos de melodía. Lo hace mejor en el stomper “Love Is A Rich Man” y la cuerda gruesa “Open The Door, See What You Find”. En fin: hilos, ¡todo lleno de hilos! Para aquellos que siempre se han preguntado por qué Oasis nunca consiguió el sonido de uno de sus temas más encantadores, “Whatever” feat. La London Session Orchestra, ahora puede abrir las cortinas y disfrutar de este sol de álbum.