Por Johannes Schmitz
Desde hace un año recorren los barrios de fiesta de Kreuzberg todos los fines de semana: por las noches, la oficina del distrito envía las llamadas “luces nocturnas” con chaquetas blancas para garantizar la paz y el orden. BZ la acompañó a dar un paseo.
Su turno comienza todos los viernes y sábados en el Puente Almirante. El puente de hierro más antiguo de Berlín sobre el canal Landwehr en Kreuzberg es casi todos los días un popular lugar de encuentro para el público internacional. En este lugar, el objetivo de las “luces nocturnas” suele ser concienciar a los asistentes a la fiesta sobre la paz de la noche y los intereses de los residentes locales.
Lo mismo hoy, viernes por la noche. Las luces nocturnas piden a un músico callejero que observe el momento de tranquilidad. A un residente le divierte la iniciativa de la oficina regional: “Estoy todas las noches aquí en el puente, pero nunca había visto algo así. ¿Por qué no viene simplemente la oficina de orden público?
Para “Nachtlicht” Daniel, el proyecto todavía tiene sentido: “Nadie viaja de noche con un umbral tan bajo como nosotros. La percepción aporta algo, incluido el control social. Ante diferentes situaciones reaccionamos según nuestros sentimientos, se trata de una buena noche para todos.” Además, los 45 agentes de la oficina de orden público de Kreuzberg-Friedrichshain no pueden estar presentes en todo momento.
65.000 euros para los perros guardianes del partido
El proyecto de iluminación nocturna se lleva a cabo por segunda vez esta temporada. Los guardias no tienen autoridad reguladora, no pueden emitir expulsiones ni llamar ellos mismos a la policía en caso de disturbios. El proyecto cuesta alrededor de 65.000 euros al año y se financia con los ingresos del impuesto municipal. El impuesto municipal es un impuesto indirecto que los turistas en Berlín deben pagar por cada noche que pasen.
Su patrulla nocturna los lleva desde Admiralbrücke hasta Kottbusser Tor, pasando por el recinto de RAW y hasta Warschauer Straße. Dependiendo de la zona, también cambia la naturaleza de su uso. Advierten a los turistas sobre los carteristas, piden a los juerguistas que mantengan la calma e intervengan en caso de conflictos.
La alcaldesa del distrito, Clara Herrmann (39 años, Los Verdes), está convencida del proyecto: “Es una contribución al turismo respetuoso con la ciudad. Como oficina de distrito, nos enfrentamos constantemente a problemas de volumen y ruido. Las tareas son moderar, liderar conversaciones y promover la consideración. No existe una solución sostenible mediante vallas y bloqueos, sino más bien cambiar el problema. Si las cosas se pasan, están la oficina de orden público y la policía”.
La eficacia de los “corredores nocturnos” no se puede medir con números. Motivo: según la oficina regional una evaluación es demasiado cara.