Varios ejecutivos de la industria estadounidense de semiconductores tienen previsto viajar a Washington durante la semana. Las discusiones deben llevarse a cabo con representantes de la administración Biden para discutir…
Varios ejecutivos de la industria estadounidense de semiconductores tienen previsto viajar a Washington durante la semana. Se deben organizar discusiones con representantes de la administración Biden para discutir las medidas de control de exportaciones dirigidas a China en el campo de los chips.
El rumor circula, insistente, desde hace varias semanas: Estados Unidos se prepara para volver a endurecer sus controles a las exportaciones a China en el campo de los chips. Es en este contexto particular que Reuters reveló el próximo viaje de Pat Gelsinger, CEO de Intel y Critiano Amon, CEO de Qualcomm, a Washington. Se esperarían otros jefes del sector, Bloomberg cita en particular a Jen Hsun Huang, de Nvidia.
El tema de las discusiones con los funcionarios estadounidenses sería precisamente la política del país hacia China. No es imposible que este encuentro, lejos de ser inédito en sí mismo, resulte ser una oportunidad para que los líderes empresariales expongan sus argumentos para limitar posibles medidas futuras.
La industria estadounidense de semiconductores necesita a China
Para Qualcomm, que tiene licencia para vender chips a Huawei o Xiaomi, el Reino Medio representaría el 60% de su facturación. Para Intel, que acaba de anunciar la comercialización de un chip de IA específico para el país, esta cifra alcanza el 25%. Para Nvidia, que ya vende chips adaptados a la normativa estadounidense, es una quinta parte de su facturación.
La posible pérdida de un mercado chino tan grande podría significar un desastre para las empresas estadounidenses de semiconductores. Washington ha repetido varias veces que el objetivo de los controles a la exportación, implementados masivamente en octubre de 2022, no era desvincular las dos economías.
Una prohibición total de las exportaciones de semiconductores no parece ser una opción seria. Por otro lado, el objetivo planteado es privar a Beijing y su industria de los componentes más eficientes utilizados en el desarrollo de la inteligencia artificial, en particular.
La estrategia de elusión de Nvidia, imitada recientemente por Intel, consistente en ofrecer chips justo por debajo de la barra de rendimiento establecida por Washington, podría haber molestado a las autoridades estadounidenses. Estos últimos, además, nunca se han abstenido de recordar que las medidas tomadas estaban diseñadas para evolucionar en el tiempo si fuera necesario.
Los líderes de Intel, Nvidia, Qualcomm y los de otras empresas aún desconocidas pueden tener que desplegar todas sus habilidades de cabildeo para convencer.