Los excursionistas encontraron el animal perdido el sábado por la tarde en la playa de Bredene. Los bomberos la retiraron de la playa y los expertos del Instituto de Ciencias Naturales identificaron al visitante extranjero como una tortuga de cabeza gorda. A continuación, el instituto transfirió el animal marino al Sea Life de Blankenberge. Allí permanece en un tanque que sistemáticamente se calienta, porque la tortuga no está acostumbrada al agua del Mar del Norte.