Primera regla: siéntete bien contigo mismo. Lo que otras personas piensan va directo al spam


Antonella Baccaro (foto de Carlo Furgeri Gilbert).

PAGhablemos de cosas serias – uno de los lectores más asiduos me llama al orden bajo el sol de jaguar -: muchas de mis amigas, por su barriga, solo usan ropa muy holgada, con el efecto de parecer bolsas. Yo, en cambio, sigo usando camisas ajustadas, porque Prefiero ver el tocino, pero tal vez también la cintura y los senos.. ¿Quién está equivocado?

La neurología nos enseña que si usas ropa holgada, el cerebro del espectador piensa que la llenas toda. ¿Cómo te regulas?

Aquí nos catapultamos a uno de los dilemas del verano Típico del over: over in size, pero también over 50, porque es a esta edad cuando ciertas formas se vuelven graníticamente resistentes a dietas y masajes que no se realizan con seriedad.

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Y aquí diría que al menos dos corrientes de pensamiento se enfrentan. El primero es el que hace referencia a la neurociencia y cede ante la necesidad de aparecer ante los demás: Me visto “para darte la impresión de que”.

Los que siguen esta “religión” no se ponen límites y hacen de todo para disimular, tapar, esconder, pero no en base a lo que ven en el espejo. Aquellos que están obsesionados por los pensamientos de otras personas no pueden realmente verse en el espejo.

Lo que tiene frente a él es un modelo tomado de los juicios de otros que muchas veces, seamos sinceros, no son sinceros.. Cuántas veces halagamos a un amigo que está un poco deprimido confiando en el resultado seguro de un cumplido sobre la ropa: “Esta túnica griega te queda genial”. Subtítulo: “Griego, como una columna. Precisamente”.

Libérate de obsesionarte con lo que piensan los demás es un ejercicio que puede partir de la indumentaria para llegar a picos de autonomía mucho más significativos. Por eso lo hablamos aquí, entre amigos, para hacer el esfuerzo de mirarnos en ese espejo y no en lo que alguien dice que ve.

Y luego tocino a la vista ok, si eso es lo que te hace sentir bien. Camisa entallada, también, si te gusta resaltar el busto. Y así con los vestidos de saco que en verano permiten una buena circulación del aire.

Lo importante es acompañar todo con una sonrisa. que, como diría la atemporal Audrey Hepburn, es siempre el accesorio más bonito que puede llevar una mujer.

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