El escritor es primer ministro de Suecia.
Cuando faltan poco más de cinco semanas para la cumbre de la OTAN en Vilnius, es hora de considerar seriamente la solicitud de Suecia para ser miembro de la OTAN. Desde la reunión de la organización el año pasado, 29 aliados aprobaron la solicitud de Suecia. Quedan Turquía y Hungría. Suecia ha firmado un acuerdo con Turquía en el que la lucha contra el terrorismo es uno de los puntos clave.
El jueves entra en vigor en Suecia una nueva legislación que declara ilegal participar en una organización terrorista de cualquier forma que la promueva, fortalezca o apoye. Por lo tanto, estamos cumpliendo con la última parte de nuestro acuerdo. Suecia apoya plenamente a Turquía contra todas las amenazas a su seguridad nacional y condena a todas las organizaciones terroristas, incluido el PKK, que llevan a cabo ataques en su contra.
El terrorismo es, sin duda, una amenaza muy grave para nuestras sociedades. Debe combatirse utilizando todos los medios compatibles con el estado de derecho y la democracia.
Vivimos en un mundo cada vez más peligroso. Junto a los actores estatales, los terroristas y los extremistas violentos también representan una seria amenaza. Suecia ha estado bajo una mayor amenaza terrorista desde 2010. Nuestros servicios de seguridad también establecieron recientemente que nos hemos convertido en un objetivo prioritario para el terrorismo, sobre todo debido a Quemas del Corán y campañas de desinformación sobre los servicios sociales suecos que atienden a niños musulmanes.
La legislación que ahora entra en vigor le dará a Suecia herramientas nuevas y poderosas para enjuiciar a quienes apoyan el terrorismo. Esto implica tres elementos.
Primero, la legislación cierra una laguna en nuestras leyes antiterroristas. A diferencia de algunos de sus vecinos, Suecia no ha prohibido previamente la participación en una organización terrorista. Esto significaba que existía el riesgo de que aquellos que no estaban directamente involucrados en la perpetración de un acto terrorista específico, pero apoyaban activamente tales actividades de alguna otra manera, proporcionando logística o administración, por ejemplo, pudieran evadir el castigo. Este ya no es el caso. Ahora tenemos paridad legislativa con nuestros vecinos.
La nueva legislación también se dirige a las personas que apoyan financieramente la participación de otras personas en organizaciones terroristas, o que alientan o reclutan públicamente a otros para que se unan a dichas organizaciones. Además, penaliza los viajes con el fin de participar en actividades terroristas fuera de Suecia.
En segundo lugar, las sanciones serán severas. La sentencia máxima básica es de cuatro años de prisión. Para los delitos más graves, la pena es de un mínimo de dos y un máximo de ocho años de prisión. Para los líderes de organizaciones terroristas, la pena es de dos años a cadena perpetua.
Ejemplos de actos de participación que serán punibles incluyen el manejo de equipos, la instalación de campamentos, la organización de lugares de reunión, la administración de viviendas, el cuidado de niños, la organización de actividades, la preparación de alimentos y el suministro de transporte. También será punible la financiación de estas formas de participación.
En tercer lugar, nuestras regulaciones antiterroristas mejoradas serán significativas en lo que respecta a la cooperación internacional de Suecia en la UE y la OTAN. Cada año, hay numerosos ataques terroristas en todo el mundo. El terrorismo se ha convertido en un grave problema internacional que pone a prueba severamente a las sociedades afectadas y amenaza la paz y la seguridad en todas partes, tanto a nivel nacional como mundial.
Hacer frente a la amenaza que plantea requiere intensos esfuerzos nacionales e internacionales. La nueva legislación mejorada de Suecia facilitará nuestra cooperación con Turquía, así como con otros países de la OTAN y de la UE.
La invasión a gran escala de Rusia de Ucrania fue un punto de inflexión histórico para la seguridad europea y mundial. Las acciones de Rusia son un ataque brutal no solo contra Ucrania, sino también contra el derecho internacional y los principios que son la base del orden de seguridad europeo. La agresión del Kremlin ha tenido repercusiones más allá de la guerra en Ucrania. Ha llevado a una fuerte unidad en apoyo de Ucrania y contra Rusia, pero también a que Suecia abandone más de 200 años de no alineación militar y solicite unirse a la OTAN.
Suecia está lista para ser un aliado activo y leal, y para contribuir a la seguridad de toda la alianza desde el primer día. Tenemos una defensa sólida y contribuiremos a la presencia avanzada mejorada de la OTAN en la región del Mar Báltico, la Vigilancia Aérea del Báltico y otras operaciones. En última instancia, solo Vladimir Putin tiene algo que ganar si Suecia permanece fuera de la OTAN.