El precio dinámico es un modelo de fijación de precios que ha causado repetidamente el enfado entre los amantes de la música en los últimos meses. Las plataformas de entradas como Ticketmaster ajustan los precios en tiempo real para satisfacer la demanda, a menudo con aumentos drásticos de precios que frustran a los fanáticos. Aunque originalmente el método estaba destinado a frustrar a los revendedores de entradas, muchos compradores se sienten sorprendidos por los impredecibles aumentos de precios. En este artículo, veremos cómo funcionan los precios dinámicos, quién los usa y por qué son tan controvertidos.
¿Qué es el precio dinámico?
Los precios dinámicos son un modelo de precios en el que los precios de los productos o servicios se ajustan en tiempo real en función de la demanda del mercado. Para las entradas de conciertos, esto significa que los precios de las entradas aumentan cuando la demanda es alta y pueden disminuir cuando la demanda disminuye. Ticketmaster, uno de los mayores vendedores de billetes del mundo, utiliza cada vez más este modelo para reflejar los precios del mercado, de forma similar a los billetes de avión o las reservas de hotel. El objetivo es ajustar el precio al valor actual de un billete, que está determinado por la demanda.
¿Cómo funcionan los precios dinámicos?
Técnicamente, la fijación de precios dinámica se basa en un algoritmo que ajusta los precios a la demanda en tiempo real. Este algoritmo tiene en cuenta varios factores para controlar dinámicamente los precios. Estos factores incluyen:
- Demanda actual: Cuanta más gente intente comprar entradas al mismo tiempo, mayor será el precio. La demanda se mide por el volumen de solicitudes en la plataforma de venta de entradas.
- Número de entradas disponibles: Si los asientos disponibles se venden rápidamente, los precios de los boletos restantes aumentarán automáticamente.
- Datos del cliente: También se pueden incorporar datos sobre el comportamiento de compra de los usuarios y transacciones anteriores al algoritmo de fijación de precios para calcular el precio óptimo.
- Momento: Los períodos de venta anteriores suelen tener precios más bajos que aumentan a medida que se acerca el evento o quedan menos entradas.
Este sistema también es común en otras industrias, p. B. con billetes de avión o reservas de hotel, donde los precios fluctúan según la demanda y la disponibilidad. Sin embargo, en el caso de las entradas para conciertos, esto a menudo se percibe como particularmente problemático, porque los aumentos de precios pueden ser muy altos en un corto período de tiempo.
La llamada segmentación del mercado implica analizar cuánto están dispuestos a pagar diferentes grupos de compradores por un billete para optimizar los precios para determinados grupos objetivo. Por eso intenta sacar el máximo provecho de los compradores más adinerados, mientras que puede haber opciones más baratas para otros.
Técnicamente, esto se puede hacer utilizando algoritmos de aprendizaje automático que utilizan datos históricos y desarrollos actuales del mercado para hacer predicciones cada vez más precisas sobre cómo se pueden ajustar los precios de manera óptima. En Ticketmaster, el modelo funciona así: si un concierto es especialmente popular, los precios aumentan automáticamente. Las ventas suelen comenzar con un precio fijo, pero una vez que mucha gente empieza a intentar conseguir entradas, los precios suben rápidamente. Estos ajustes de precios pueden ocurrir cada segundo y significan que los fanáticos que esperan en colas virtuales durante horas se sorprenden por los aumentos extremos de precios, que a menudo solo se hacen visibles en la caja.
¿Quién utiliza precios dinámicos?
Ticketmaster es uno de los usuarios más destacados de esta estrategia, especialmente en eventos de alto perfil como los conciertos de Oasis o Bruce Springsteen. Taylor Swift optó por no participar, pero en general cobró precios altos por sus entradas. Sin embargo, el precio dinámico, en particular en la reunión de Oasis, causó gran indignación cuando los precios de las entradas subieron de 150 a más de 350 libras durante la venta. Los fanáticos también experimentaron explosiones de precios en la preventa de la gira de Springsteen, con asientos individuales subiendo desde un precio inicial de $199 hasta $5,000. En Alemania se debían unos 500 euros.
Los artistas también tienen voz
Los artistas a menudo actúan como si no pudieran hacer nada con respecto a los altos precios de las entradas, pero especialmente en el caso de actuaciones grandes y populares, se puede suponer que saben muy bien lo que sus fans tienen que pagar para verlos en vivo. Porque: El artista suele establecer un límite inferior y un límite superior para las entradas de “Precio dinámico” junto con el organizador. También puede determinar cuántos boletos deberían verse afectados por el precio dinámico. Generalmente hay algunos billetes al precio normal comunicado, así como una cuota adicional para el precio dinámico.
Críticas a los precios dinámicos
Aunque el precio dinámico está diseñado teóricamente para detener el mercado negro y garantizar que el vendedor oficial de entradas obtenga las ganancias y no los revendedores, el concepto ya ha decepcionado a muchos fanáticos. Las críticas se dirigen a la falta de transparencia y a los rápidos aumentos de precios, que a menudo sólo se notan en la caja. Estas sorpresas dejan a los compradores frustrados y sintiéndose aprovechados.
En teoría, los precios dinámicos pueden influir en el mercado negro de billetes al dejar a los revendedores menos espacio para obtener grandes beneficios. Si los precios de las entradas se ajustan en gran medida a la demanda y aumentan tras el lanzamiento inicial, entonces quedará menos diferencia de precio que los revendedores podrían utilizar para vender sus entradas en plataformas como Viagogo a precios aún más altos. Si bien los artistas y los sitios de venta de entradas se benefician de esto, el problema sigue siendo para los fanáticos: tienen que buscar mucho dinero en sus bolsillos o quedan excluidos.
Ahora también hay movimiento a nivel político. En el Reino Unido, la Comisión de Competencia está investigando actualmente si Ticketmaster está infringiendo las leyes de protección al consumidor al no informar adecuadamente a los clientes que los precios de las entradas pueden aumentar durante el proceso de venta.
Algunos artistas también han adoptado una postura clara contra el modelo. Robert Smith de The Cure, por ejemplo, describió los precios dinámicos como “fraude” e hizo campaña activamente para conseguir precios de entradas fijos y justos durante su última gira. La situación es similar con Iron Maiden, que también se opone a la política de precios de los vendedores de entradas para proteger a sus fans.