Una mujer polaca de 24 años sorprendió a los médicos del hospital de Rzeszów. Se descubrió que la mujer de 182 kilogramos portaba un quiste que pesaba casi 100 kilogramos. El quiste tenía aproximadamente 1 metro de diámetro.
El tratamiento del paciente de 1,58 metros de altura fue una operación mayor. Por ejemplo, debido a su gran cintura, no cabía en el tomógrafo.
Los médicos solo pudieron ponerse a trabajar después de haber extraído unos 100 litros de líquido de su cuerpo. No encontraron otras anomalías en la pelvis o el abdomen.
El quiste, una cavidad llena de líquido o aire, se había formado en uno de sus ovarios. La paciente dijo que no había venido antes a la clínica por miedo.