Podemos considerarnos afortunados con programas para jóvenes como el Klokhuis

Debería crearse un premio especial para programas como Het Klokhuis y Jeugdjournaal. Claro, tenemos el Disco Nipkow de Plata y el Anillo Televizier de Oro, pero todos esos premios no harían justicia a la forma amorosa y cuidadosa en que trabajan los creadores de estos programas para niños. Ni siquiera una estúpida reseña televisiva hace justicia al desfile triunfal que estos programas realizan día tras día.



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