En los últimos tres años, Philips ha perdido dos tercios de su valor de mercado y anunció que recortaría alrededor de diez mil puestos de trabajo en todo el mundo. La causa principal es el costoso asunto de sus dispositivos para la apnea del sueño, que pueden haber causado daños a la salud debido al desmoronamiento de la espuma de poliuretano. La empresa aún no está completamente recuperada, según las cifras anuales presentadas el lunes. Aún así, los ejecutivos de la empresa creen que el futuro cercano parece mucho más brillante.
Philips espera resolver finalmente el problema con los dispositivos para la apnea del sueño, ahora que ha llegado a un acuerdo con el regulador médico estadounidense FDA. Con el tiempo, esto debería permitir vender nuevos dispositivos para la apnea del sueño en el importante mercado americano. Hasta que la compañía haya demostrado exhaustivamente que los dispositivos cumplen con todas las regulaciones estadounidenses, no venderá ningún dispositivo nuevo para la apnea del sueño en Estados Unidos, anunció el lunes.
‘Plan plurianual’
No está claro cuánto durará esto, pero la empresa escribe sobre «un plan plurianual». A finales del año pasado, como resultado del acuerdo, Philips canceló 363 millones de euros en reorganizaciones, destrucción de existencias y cancelaciones de contratos. El acuerdo aún está esperando la aprobación de un juez.
Mientras tanto, la facturación de la empresa creció un 7 por ciento hasta 18,2 mil millones de euros. Roy Jakobs, director general de Philips, habla de «sólidos resultados» en una declaración escrita que acompaña a las cifras anuales. Hay «más trabajo por hacer», pero dijo que la compañía ha sentado una «base sólida» para un futuro financieramente saludable.
Dispositivos defectuosos para la apnea del sueño
Philips lleva casi tres años al frente del asunto con sus dispositivos para la apnea del sueño. La espuma insonorizante del interior de la máquina parecía poder desmoronarse. Como resultado, los pacientes habrían inhalado partículas de espuma de PUR, que pueden ser cancerígenas.
Philips señala estudios que indican que los daños a la salud no son tan graves como se esperaba. Sin embargo, la emisión resulta extremadamente costosa para la empresa. Por ejemplo, tuvo que retirar del mercado 5,5 millones de dispositivos. El año pasado también llegó a un acuerdo con pacientes estadounidenses por casi 500 millones de euros por el daño financiero que sufrieron. El daño a la imagen también cuesta a los clientes.
Los defectuosos dispositivos para la apnea del sueño continúan ensombreciendo las operaciones comerciales. En octubre pasado, la FDA advirtió que estaba recibiendo una sorprendente cantidad de informes de sobrecalentamiento de un nuevo dispositivo para la apnea del sueño de Philips. De repente, la empresa perdió el 10 por ciento de su valor bursátil.
Mientras tanto, miles de pacientes, en su mayoría estadounidenses, han presentado reclamaciones por daños y perjuicios. Roy Jakobs espera poder informar sobre esto a finales de este año, dijo el lunes por la mañana. En Estados Unidos también se está llevando a cabo una investigación criminal sobre el curso de los acontecimientos. Jakobs no espera resultados hasta 2025.