‘Alquilar chalets en negro’, destruir documentos y no presentar declaraciones de impuestos; Peter Gillis es sospechoso de “fraude fiscal a gran escala”. Por ello, el fiscal pidió el martes un año y medio de prisión, de los cuales seis meses eran condicionales para el propietario del camping y estrella de reality. También se le ha exigido que no se le permita hacer negocios durante dos años. “Hasta el día de hoy, el Grupo Oostappen es un desastre, a pesar de las advertencias desde principios de siglo.”
“Se trata de un fraude fiscal a gran escala en el grupo Oostappen”, comienza su argumento el martes la fiscal en el tribunal de Den Bosch. Según ella, en ocho parques de vacaciones, entre ellos los de Ommel, Kaatsheuvel y Valkenswaard, se alquilan chalés por dinero negro.
Correos electrónicos y conversaciones
Peter Gillis escucha todo en silencio mientras sus manos descansan sobre su pecho en una especie de posición de oración. De vez en cuando mira a su abogado y levanta los hombros. Detrás de él están su novia Wendy y sus hijos Mark y Ruud. Junto a él está su hija Inge, que es cosospechosa.
“Peter, su hija y su ex esposa han hecho todo lo posible para ocultar este ‘alquiler negro’. Lo hicieron destruyendo documentos y manipulando el sistema de reservas. Ese ‘alquiler negro’ tenía que pagarse en efectivo y con ese dinero en efectivo al personal se le pagaba a su vez en negro”. Según el Departamento de Justicia, Peter Gillis tuvo el papel más importante.
Los correos electrónicos de 2014 y las conversaciones con empleados y administradores del parque muestran que Peter Gillis se dedicaba al “alquiler negro”, dice el oficial. El dinero lo recaudaban Peter o su hijo Mark, o los administradores del parque lo llevaban a la oficina central donde trabajaba la ex esposa de Peter. “El alquiler negro no estaba registrado, lo anoté en un papel, pero Peter lo rompió después de contar el dinero”, se lee en una de las declaraciones.
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Más fraude
Además, según la justicia, están incompletos los registros nocturnos, que son documentos que indican quién pernocta en los parques. Y la declaración de 2017 también está incompleta y la de 2018 nunca se presentó. “Su contable y las autoridades fiscales se lo han advertido varias veces”.
Además, según el fiscal, parece que el registro de los empleados extranjeros estaba incompleto. “Trabajaron más horas de las que les pagaban según el registro. Se ha creado deliberadamente una realidad en papel que no se corresponde con la realidad real”.
Sentencia de prisión
La justicia exige una pena de prisión de un año y medio contra Peter Gillis, de los cuales medio año es condicional. También se le prohibiría hacer negocios durante dos años. Si depende de la justicia, su hija Inge deberá realizar 240 horas de servicio comunitario. No tiene que ir a la cárcel por un tiempo; Si vuelve a cometer el error, se enfrentará a una condena de dos años.
Se sigue imponiendo una multa de 5.000 euros a cada parque de vacaciones por cada año en el que la administración no haya sido correcta. Esto asciende a un total de 200.000 euros. Y según el departamento de justicia, el grupo Oostappen tendría que pagar una multa de 365.000 euros.
“Hemos mejorado la administración. Ahora trabajamos con una gran firma de contabilidad”, dijo Gillis al tribunal. Según él, en los últimos años se han perdido entre diez y doce millones de euros de facturación porque los parques están cerrados debido a todo el alboroto que rodea a él y a sus parques.
El caso continuará hasta el 13 de febrero, tras lo cual se anunciará el veredicto.