LA vista del vicepresidente de China en la Coronación será un insulto para las personas que han huido de Hong Kong, dijo ayer su último gobernador.
Lord Chris Patten dijo que la decisión de Beijing de enviar a Han Zheng, a quien culpan de una brutal represión de la libertad en Hong Kong, demuestra que el Reino Unido no le “importa un bledo”.
El secretario de Relaciones Exteriores, James Cleverly, se enfrentó a la ira por no bloquear la visita del político del Partido Comunista.
Lord Patten le dijo a la BBC: “No se puede ignorar el hecho de que él está allí, y es un palo en el ojo para 140.000 o más hongkoneses en el exilio aquí”.
“Y también creo que es una indicación del hecho de que, por mucho que te arrastres ante China, por mucho que trates de darles la cara, no les importa en absoluto darnos la cara porque podrían haber enviado a muchas otras personas.
“Después de todo, hay 1.400 millones de ellos y eligieron enviar al tipo responsable de romper su palabra sobre Hong Kong”.
Han dirigió los asuntos de Hong Kong para Beijing entre 2018 y marzo de este año, tiempo durante el cual impuso la ley de seguridad nacional después de protestas masivas en la ciudad, sofocando la oposición y criminalizando la disidencia.
La medida tensó las relaciones con el Reino Unido y condujo a la creación de un esquema de visas que permitía a los hongkoneses venir a Gran Bretaña.
El Reino Unido dice que China sigue incumpliendo la Declaración Conjunta Sino-Británica de 1984, en virtud de la cual tiene el deber de defender el alto grado de autonomía, derechos y libertades de Hong Kong.
Hong Kong pasó del Reino Unido a China en 1997 con la promesa de Beijing de mantener las libertades al estilo occidental.