En junio del año pasado, la policía descubrió una plantación de cannabis con más de 1.000 plantas en un almacén en Koningin Astridlaan en Lauwe. El juicio se ha pospuesto varias veces porque uno de los acusados se encuentra en su país de origen, Bosnia-Herzegovina.
Y lo que es aún más notable: nadie ha sido condenado por vender drogas.