“No vamos a señalar a nadie como culpable, pero sí esperamos que el tribunal lo haga”. Alexandra Bouckhuyt (25) y James Vandenberghe (30) tuvieron que renunciar a su hijo Omélie hace un año. El niño tenía entonces apenas ocho meses. A la madre anfitriona en Eernegem, Flandes Occidental, se le soltaron los pies de la cama. El niño resbaló, quedó atrapado y murió. La fiscalía inició una investigación, pero un año después sigue abierta. “¿Se podría haber evitado esto?”, se pregunta Alexandra.
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