El gobierno continúa con los nuevos nombramientos públicos pero para la Agencia Tributaria y para la Hacienda Pública opta por dos reconfirmaciones: Ernesto Maria Ruffini permanecerá al frente de la primera, Alessandra Dal Verme en la segunda. En cambio, la Agencia de Aduanas y Monopolios cambia: Marcello Minenna, cercano al Movimiento 5 Estrellas, da paso a Roberto Alesse, jefe de gabinete del Ministro de Políticas Marítimas Nello Musumeci, y ex presidente de la Autoridad de Garantía para huelgas en público esencial servicios.
Una nueva confirmación para Ruffini
El nombre de Ruffini ya había recibido consenso durante semanas, principalmente por los resultados en la lucha contra la evasión fiscal logrados durante su mandato: en 2017 la Agencia Tributaria recuperó más de 20.000 millones de euros, el máximo jamás alcanzado. Además, también gracias a las diversas innovaciones tecnológicas introducidas, la evasión fiscal y previsional cayó por primera vez por debajo de los 100.000 millones (alrededor de un 15% menos que en 2014). El gobierno de Giorgia Meloni ha optado por tanto por seguir confiando en el técnico buscado en 2015 por el gobierno de Renzi al frente de Equitalia, y pasó a la Renta en 2017 con el gobierno de Gentiloni. Una posición posteriormente confirmada por los gobiernos de Conte II y Draghi. Incluso en Dal Verme, los rumores de reconfirmación se perseguían desde hacía días: gerente del Mef, fue nombrada jefa de Bienes del Estado en mayo de 2021 por el gobierno de Draghi.
Las opciones sobre la Agencia de Medicamentos y Reconstrucción
El sistema de despojo del nuevo ejecutivo comenzó con los cambios en la dirección de la Agencia de Medicamentos -que Nicola Magrini deberá dejar en unos días- y con el reemplazo del comisario para la reconstrucción post-terremoto en las regiones del centro de Italia, Juan Legnini.
Las demás nominaciones hasta el 24 de enero
El gobierno tiene hasta el 24 de enero para hacer los demás nombramientos, porque entonces vencerán los 90 días del sistema de botín establecido por la ley Bassanini, es decir, la práctica política según la cual el ganador de las elecciones tiene derecho a nombrar funcionarios de su elección. al jefe de las oficinas de la administración pública. Las miradas siguen puestas en la silla del director general del Tesoro, Alessandro Rivera, golpeado por las críticas por la gestión de varios expedientes, desde la venta de Alitalia hasta la recapitalización de Monte dei Paschi di Siena. Pero hace unos días, en una entrevista con Avvenire, el ministro de Defensa Guido Crosetto había elogiado la labor de Rivera y la del contador general del Estado Biagio Mazzotta, definiéndolas como “lo mejor de la gestión pública italiana”.