El curso tuvo lugar en la sala de práctica especialmente equipada de SOS Reptiel en Ichtegem. Una víctima yacía inconsciente. Ese fue el escenario del ejercicio. Al parecer, el paramédico lo encontró con una boa constrictor en el cuerpo. Fueron los bomberos quienes tuvieron que solucionarlo.
«Abordamos cada intervención como si se tratara de un animal venenoso. Dos personas cada vez… como estamos acostumbrados. También intercambian ideas entre ellos.»
Los bomberos de Flandes Oriental y Occidental vinieron a practicar escenarios difíciles con un experimentado experto en reptiles.
«El objetivo del entrenamiento es que aprendan a no ser negligentes y a ignorar ciertos riesgos, porque algunos reptiles pueden ser muy peligrosos», dice Mario Goes de SOS Reptiel en Ichtegem.