¿No más sangría pronto? Escasez de cubitos de hielo “dramática” en España


Desde BZ/dpa

Los visitantes de Mallorca pronto tendrán que prescindir de la sangría en hoteles, restaurantes y bares.

Los cubitos de hielo son esenciales para lo que probablemente sea la bebida de verano más popular en España, y son cada vez más escasos no solo en la isla de vacaciones en el Mediterráneo, sino en todo el país de vacaciones.

El aumento de la demanda por las olas de calor y el aumento de los precios de producción, almacenamiento y transporte provocaron una escasez de cubitos de hielo cada vez más grave. “En todo el país hay escasez de cubitos de hielo”, escribió el diario “El Mundo”.

“Llorando pidió helado”

Alguien que conoce muy bien la situación es el empresario Miguel Ángel Vázquez Gavira, a quien en España se le llama “Rey del Cubito”, “Rey del Cubo de Hielo”, porque su empresa tiene una cuota de mercado superior al 20 por ciento en el mercado nacional y es también activo en otros países europeos.

En una entrevista con “El Mundo” (edición dominical) dice: “Todos los días recibo llamadas de empresarios que lloran pidiéndome un helado”. Él nunca ha experimentado eso. “Y lo peor está por venir. Las próximas semanas serán dramáticas”, advierte el hombre de 56 años.

En los supermercados de Madrid y Barcelona, ​​en Mallorca e Ibiza, los compartimentos del congelador de cubitos de hielo ahora están casi siempre vacíos. Las empresas de reparto y las grandes cadenas de supermercados como Mercadona llevan días racionando el helado. Muchas empresas solo abastecen a los clientes habituales. “Si tuviéramos que vender a todo el mundo, el helado nos duraría una hora”, cita Mateo Obrador, socio de la distribuidora JOP, al diario ‘Diario de Mallorca’.

Se necesitan ocho kilos de cubitos de hielo al día

Según información del sector, la demanda en verano pasó de cuatro a ocho millones de kilos diarios. Sólo se producirían dos millones cada día. En invierno, debido a los altos precios de la electricidad, prácticamente no hubo producción para las existencias, a diferencia de lo habitual. Mientras tanto, los precios de los helados se han sextuplicado en algunos casos.

Los vacacionistas de Mallorca beben sangría con pajitas de un balde (foto de archivo) Foto: alianza de imágenes

Como suele ocurrir, el sufrimiento de unos es la alegría de otros: los ganadores de la crisis son los bares que tienen sus propias máquinas de helados. “No notamos escasez”, comenta un coctelero en el conocido bar “Nicolás” de la capital de la isla, Palma.

La situación en el bar cercano “Lili’s” es completamente diferente: los pedidos que antes llegaban “en dos horas” ahora se retrasaron “hasta 48 horas”, dijo la propietaria Lili Zolatorova al “Diario de Mallorca”. El helado suele llegar justo antes del final del día.



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