¿Por qué no hacemos nada por los refugiados que viven tan cerca de nosotros?, pensó Nicole Sarolea (69) hace seis semanas. Invocó a unos vecinos de su barrio Klein Martijn en Helpman y así surgió la idea de organizar una barbacoa. Decenas de vecinos y más de un centenar de refugiados acudieron al asado de la tarde del domingo. Y luego el sol vuelve a brillar.