Es campeona del mundo en los 100 metros mariposa y quiere volver a atacar en París. Sin embargo, Angelina Köhler está muy tranquila.
Angelina Köhler golpeó, miró el marcador, meneó la cabeza como si no pudiera creerlo y luego se llevó la mano a la boca. La joven de 23 años lo había conseguido: se coronó campeona del mundo en los 100 metros mariposa. Y eso es casi seis meses antes de los Juegos Olímpicos. Con un tiempo de 56,28 segundos.
En París es ahora una de las esperanzas alemanas de medalla. El nadador alemán de 1,80 metros de altura no está ni mucho menos asustado, sino todo lo contrario. “No vale la pena volverse loco todavía, ni siquiera ha empezado todavía. Para mí es importante mantener la calma y la cabeza fría”, dijo a t-online antes del gran evento del verano.
Hace tres años se perdió los Juegos Olímpicos de Tokio debido a una infección por coronavirus en la fase de clasificación. En aquel entonces era imposible pensar en estar en plena forma. Una experiencia drástica para Köhler. Pero también uno del que podría aprender lecciones. En agosto de 2021, escribió en Instagram: “Para mí fue un revés muy grande no participar en los juegos. Por lo tanto, necesité un poco de tiempo para procesarlo. Pero fue precisamente este tiempo el que me demostró que no es así. Es malo si no logras una meta, y hay personas que te ayudarán en tal situación”.
Köhler trabajó aún más centrada en sí misma y ahora ha cumplido uno de sus grandes objetivos: el título de la Copa del Mundo. “Por eso nado, por eso me torturo en el agua”, le dice a t-online. Desde su triunfo, es un ejemplo de la natación alemana. Sin embargo, le resulta aún más agradable “ser un modelo a seguir”. Ella explica: “Es lo mejor que se puede motivar a los niños a hacer deporte”.
Köhler no tiene otras expectativas sobre sí mismo debido a su triunfo en febrero. “Para mí es importante seguir siendo siempre yo mismo. Ser auténtico y no fingir”, dice el nadador del SG Neukölln en Berlín. “Sólo quiero divertirme. Tienes tan poco tiempo en tu vida en el que practicas deportes competitivos, y si siempre tienes expectativas de ti mismo y piensas ‘tengo que hacerlo, tengo que hacerlo’, entonces te pierdes el momento más hermoso”. Lo más importante es disfrutar el momento y poder hacer deporte competitivo”.
Köhler tampoco ve las semanas previas a París como una presión. ¿Por qué? “Siempre pienso que es un momento muy mágico, el tiempo previo a los Juegos Olímpicos. Es muy raro”, dice y añade: “Quiero disfrutarlo. Al final, sólo cuentan los dos días de los Juegos Olímpicos. Eso es lo que sucede”. hasta las a las.”
Köhler no quiere “perder la diversión”. ¿Y si sale bien con medalla? “Entonces, por supuesto, uno de los sueños de mi vida se cumpliría. Entonces lo celebraría como es debido. Luego daría una gran fiesta. Sí, veamos. Ese sería sin duda el punto culminante de mi carrera”.