Los héroes del fútbol argentino han aterrizado en su tierra natal dos días después de ganar la Copa del Mundo. El gobierno ha declarado festivo.
Alrededor de las 2:30 a. m. hora local (6:30 a. m. CET), el avión con el equipo dirigido por la superestrella Lionel Messi aterrizó en el aeropuerto de la capital, Buenos Aires. El Capitán Messi fue el primer jugador en descender del Airbus A330 de Aerolinas Argentinas y entregó el trofeo de la Copa del Mundo en la alfombra roja, luego de lo cual el exitoso entrenador Lionel Scaloni abandonó el avión chárter. El vuelo AR1915 salió de Doha con un retraso de casi siete horas, y los jugadores, personal de apoyo y cuerpo técnico ya habían celebrado allí extensamente. También hubo escala con repostaje en Roma.
A su llegada, el equipo se dirigió al recinto de la asociación en Ezeiza; en un autobús descapotable, blanco, de dos pisos, recorrieron la ruta de cinco kilómetros hasta el recinto de la asociación a paso de hombre. Hubo un breve descanso para dormir y un almuerzo en la sede de la federación argentina. Pero incluso los cuartos del célebre equipo fueron asediados durante toda la noche por miles de simpatizantes de la ‘Albiceleste’. Era el comienzo de un largo feriado que el gobierno había declarado a nivel nacional para el martes.
Por la ciudad en un autobús descubierto de dos pisos
El cronograma previsto para la ceremonia: Luego de un breve respiro en la sede de la AFA y un suculento almuerzo, “La Scaloneta”, como solo se le llama a la Selección en casa, según el entrenador Lionel Scaloni, conduce un bus descubierto de dos pisos desde la afueras pasando interminables enrejados de abanicos hasta el corazón de Buenos Aires. Tradicionalmente, el área alrededor del obelisco, el pilar de 68 metros de altura símbolo de la capital, fue elegido como lugar de celebración.
Antes hay una reunión con el presidente de Argentina, Alberto Fernández, en el palacio de la “Casa Rosada”.
Se espera multitud para celebrar
Según información oficial, un buen millón de hinchas invadieron este domingo las calles del Gran Buenos Aires tras el penal definitivo en el triunfo 4-2 sobre Francia (3-3 c.t.), principalmente en los alrededores del obelisco y en la vía que conduce al bulevar. 9 de Julio atascado en un nudo interminable de personas.