Multa de 200.000 euros si el granjero no sacrifica rápidamente decenas de miles de pollos

El criador de pollos Twan Engelen de Someren tiene que abandonar sus establos. Se trata de decenas de miles de animales. El Consejo de Estado lo ha decidido. El juez le da a Engelen dos semanas para vaciar sus establos y mantenerlos vacíos. Si no lo hace en ese plazo deberá pagar una sanción (multa) de 200.000 euros. En cualquier caso, los establos deberán permanecer vacíos hasta que se haya tomado una decisión final sobre su permiso.

El caso sobre los establos de la calle Zandstraat en Someren se prolonga desde hace años. Desde 2013, los clubes ecologistas y los vecinos intentan frenar la expansión de la empresa. Engelen compró espacio de nitrógeno a cuatro empresas vecinas para ampliar su empresa de 39.900 a 82.000 animales. Pero dos de esas empresas hacía tiempo que se habían quedado sin animales. Y así no se emitió nitrógeno.

Espacio de nitrógeno inactivo
La Federación Ambiental y Movilización por el Medio Ambiente (MOB), entre otros, no creían que este espacio de nitrógeno «latente» volvería a la vida. Acudieron a los tribunales porque la expansión podría no estar en el papel, pero en realidad causaría más emisiones de nitrógeno.

El Consejo de Estado estuvo de acuerdo con ellos en varias ocasiones. Se anuló el permiso para los nuevos establos. Pero como la provincia esperaba poder conceder en el futuro un permiso de conservación de la naturaleza, Engelen hizo construir los establos de todos modos. El plan de zonificación y el permiso ambiental estaban en regla para ello.

Provincia se niega a hacer cumplir
Mientras tanto, la provincia se negó a aplicarla y mantuvo la mano del criador de pollos sobre su cabeza. Brabante Septentrional cree que el daño que la empresa causa a la naturaleza no supera las enormes consecuencias financieras para el criador de pollos si su empresa cierra.

El juez decidió en diciembre del año pasado que a Engelen se le permitió completar la ronda actual de cría de polluelos, pero no se le permitió colocar otros 82.000 pollos en febrero de este año.

Como la provincia espera emitir un permiso en el futuro, Engelen no tuvo que cerrar su negocio por completo. Al imponer una multa de 200.000 euros, la provincia quería garantizar que Engelen tuviera menos pollos: un máximo de 35.000 pollos. A principios de este mes, Engelen recibió otros 20.000 polluelos.

Los establos deben estar vacíos.
Pero el juez tampoco está de acuerdo con eso. Según él, la provincia no puede demostrar que existan perspectivas de legalización de la empresa. Además, el juez considera que «la infracción es importante y grave, porque las consecuencias de la deposición de nitrógeno provocada por la avicultura para las zonas Natura 2000 circundantes no son menores».

Los establos de Engelen deben estar completamente vacíos en dos semanas. El juez se da cuenta de que esto es rápido, pero escribe: «Si la empresa de cría hubiera acatado la sentencia del tribunal, los establos habrían sido desalojados algunos meses antes».



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