Misterioso grupo armado asalta un pueblo en el norte de Kosovo y se atrinchera en un monasterio

La acción continuaba el domingo por la tarde. La aldea de Banjska, predominantemente serbia, fue sacudida a las 3 de la madrugada por el sonido de disparos y explosiones. Los hombres enmascarados y fuertemente armados habían bloqueado un puente de acceso al pueblo con dos camiones sin matrícula. Cuando la policía llegó para despejar el bloqueo, comenzaron a disparar y lanzar granadas de mano y otros explosivos.

Luego los ladrones se atrincheraron en un monasterio, donde todavía se encontraban el domingo por la tarde. El monasterio fue rodeado por una gran fuerza policial, que pidió en vano a los hombres que se rindieran. El primer ministro kosovar, Albin Kurti, habló el domingo de un «ataque terrorista» y sospechó que la vecina Serbia estaba detrás de la acción. El ministro del Interior, Xhelal Svecla, habló de “criminales patrocinados por Serbia”.

De sus acciones bien organizadas, Kurti concluye que los ladrones deben tener experiencia en la policía o el ejército. «Está claro que estos individuos no uniformados, al menos 30 de ellos, son una unidad profesional organizada que ha venido a luchar a Kosovo».

Monasterio

El pueblo de Banjska está situado en el norte de Kosovo, donde vive principalmente la etnia serbia. Está a sólo doce kilómetros de la frontera con Serbia. En el pueblo hay un monasterio ortodoxo centenario, en el que los hombres están atrincherados. El domingo por la tarde aún no estaba claro cuáles eran sus motivos.

El norte de Kosovo, con su ciudad principal Mitrovica, ha estado plagado durante mucho tiempo por una escalada de violencia y protestas de personas de etnia serbia que creen que el área pertenece a Serbia, y no a Kosovo, dominado por personas de etnia albanesa.

A finales de la década de 1990, los kosovares libraron una breve guerra para separarse de Serbia, de la que hasta entonces había sido una provincia. Después de la intervención de la OTAN, Serbia se retiró y Kosovo declaró su independencia en 2008.

El país ha sido reconocido ahora por un gran número de países, pero Serbia, apoyada por Rusia y otros, todavía se niega a hacerlo. Los intentos de negociación siempre han fracasado. En 2013, el norte de Kosovo recibió un estatus especial y los residentes de etnia serbia obtuvieron los derechos correspondientes. Esto sólo calmó parcialmente la situación.



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