“No estamos en contra de la inmigración sino en contra de la inmigración descontrolada. El punto es manejar el fenómeno. E Italia es un país que da mucha ciudadanía». Pero «no se puede pensar en externalizar a terceros países la vitalidad que se gana teniendo hijos. Tenemos que volver a tener hijos”. Así lo dijo Eugenia Roccella, Ministra de la Familia, el primer día del evento Fénix, organizado por los jóvenes de los Hermanos de Italia, Juventud Nacional, en el lago Eur de Roma, en la mesa “vamos a llámalo el futuro. Coordenadas para levantar la familia y la natalidad”.
“Los cimientos de la humanidad están en riesgo en la familia”
Según el ministro, «hay necesidad de una revuelta en defensa de la humanidad. La familia, la filiación, son el corazón, son la base de la humanidad pero ahora están en riesgo. Por ejemplo: este intento de poner nombres de niños a los perros es síntoma de una necesidad que evidentemente existe, pero que se traslada a los animales. El Papa Francisco también recordó que ahora se encuentran perros en los cochecitos… Esta es una señal de la situación que estamos viviendo. Lo primero que hizo nuestro gobierno fue volver a poner a la familia y la natalidad en el centro. Era algo de lo que no se podía ni hablar -añadió-. La maternidad es ahora una palabra cancelada. Hemos vuelto a poner estos temas en el centro, también con el deseo de nombrar el ministerio y la natalidad, para volver a poner el problema en el centro. La tasa de natalidad se consideraba incorrecta”. Y es el pensamiento llevado adelante “por la élite científica de los años 60. Había un deseo de hacerlo mal”.
“Útero surtente hiere la dignidad del niño y de los padres”
Roccella también se pronunció sobre el proyecto de ley contra la matriz subrogada: «Es un punto importante porque estamos tratando de envilecer el sentido de ser madre y padre. Poner todo en el mercado, como se puede comprar un gameto o un útero, y luego dejar de lado a la madre o al padre, hiere la dignidad del hijo y de la paternidad. Entonces ahora tenemos que reconocer socialmente ser madres y padres, porque no puede ser un obstáculo (ser padres, ndr) pero debe volverse socialmente gratificante».