El centrocampista rossoneri: “En el Chelsea jugué poco y fuera de lugar. Aquí encontré de nuevo mi alegría. Nos sentimos los más fuertes”. La pasión por el tenis y la vida en Italia: “Florenzi el más loco, Leao el más a la moda”
Listas de reproducción de trampas. Instagram. Los números de las chicas. Esto es lo que esperamos encontrar en el smartphone de un futbolista. En lugar de eso, Ruben Loftus-Cheek hace clic en el ícono de Libros y allí, después de un par de pergaminos, aparece un libro del Dalai Lama. Anticipado como una semana sin nubes en Londres, donde creció. RLC en persona es – primera impresión – gigante: un físico de la NBA. Luego, un gran mar en calma: nunca levanta la voz, sonríe plácidamente, habla con serenidad como un hombre en paz consigo mismo. Mirando sus fotos, es Ruben Loftus-chic: viste Off-White y Gucci con la misma elegancia de modelo. Al oírle hablar, es Rubén Loftus-chill, en el sentido de “relajado”: no ha vivido tres vidas en una como Pulisic, no es eléctrico como Chukwueze, pero habla de meditación, explica que la felicidad está en días normales con amigos, dice que Milán le devolvió la libertad. Y la libertad, en el fútbol y en la vida, es lo más importante. Comencemos con una entrevista de verano con Veces. El titular es contundente: “En el Chelsea me sentí como un animal enjaulado”.