“¿De qué planeta son?” Los cínicos rivales dirán de Mars, el gigante mundial de los dulces y la comida para mascotas. La empresa, cuyas marcas incluyen M&Ms y Snickers, aspira con nobleza a encarnar los Cinco Principios. Estos son calidad, responsabilidad, eficiencia, reciprocidad y libertad. De manera reveladora, los rendimientos de los accionistas no hacen el corte.
Ser una empresa familiar privada le ha dado buenos resultados a Mars, permitiéndole no solo sobrevivir durante 111 años, sino también expandirse de marcas de consumo como la goma de mascar Wrigley’s y el alimento para mascotas Pedigree a servicios como el enorme negocio veterinario que adquirió en 2017. Las ventas anuales de casi 45.000 millones de dólares sitúan a Mars por delante de Coca-Cola y la convierten en una de las empresas privadas más grandes del mundo, con más de 140.000 empleados en 80 países.
Es probable que una venta masiva sostenida del mercado de valores y el riesgo creciente de una desaceleración económica destaquen la admirable capacidad de recuperación de muchas empresas controladas por familias.
Mars enfrenta la misma presión de costos que sus competidores. Se desconoce su extensión. Como empresa privada estadounidense, sus requisitos de divulgación son bajos.
Pero numerosos estudios muestran que a las empresas familiares les va bien durante tiempos económicos difíciles. Tienen mucha menos deuda, en promedio, que sus pares con cotizaciones públicas o propietarios de capital privado. Hay menos presión sobre ellos para reducir drásticamente los costos durante las recesiones. Pueden volver más rápido durante las recuperaciones.
El capital es más difícil de acceder y por lo general cuesta más. Pero la inversión a largo plazo es más fácil sin un escrutinio trimestral del mercado de valores.
Incluso entre las empresas que cotizan en bolsa, una investigación reciente de Credit Suisse reveló que las empresas controladas por familias, definidas como aquellas en las que el fundador o su familia posee el 20 por ciento de las acciones de los votos, han superado al mercado de valores en general. Entre 2006 y el final del primer trimestre de este año, han devuelto 350 puntos básicos más que otras acciones.
Las rivalidades entre hermanos acosan a muchas empresas familiares. La familia Mars ha delegado con sensatez la gestión a personas ajenas. Pero lo que destaca de Mars es la impresionante escala y el crecimiento del negocio. Si esta empresa fuera pública, los activistas y el capital privado estarían tratando de dividirla.
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