Maniobra, de la revisión del gasto al recorte de las exenciones fiscales: aquí están las primeras hipótesis


La premisa es que todavía estamos en las etapas iniciales de una maniobra que promete ser decididamente desafiante para el Gobierno. Los cálculos se realizarán tan pronto como estén disponibles los datos actualizados de la autoliquidación fiscal, antes del 20 de septiembre habrá que finalizar el plan de gasto plurianual para enviarlo a Bruselas, que luego será aprobado en el paquete de otoño del Semestre Europeo, junto con las recomendaciones sobre déficit. El importe definitivo del presupuesto se decidirá cerca de su preparación, pero ahora se puede suponer que será una ley presupuestaria de no menos de 24.000 o 25.000 millones. Y como cada año será una búsqueda de recursos.

Recortes a las exenciones fiscales

El capítulo del gasto tributario está bajo escrutinio desde hace algún tiempo pero hasta ahora no ha sido posible iniciar una racionalización efectiva dentro de las 626 concesiones actuales que, a pesar de los intentos de reducción realizados a lo largo de los años, sigue creciendo, provocando una pérdida de ingresos que superan los 105 mil millones. La intención del Gobierno es iniciar una primera revisión, sin intervenir en las deducciones fiscales más significativas que inciden directamente en atenuar la progresividad de la tasa, como las deducciones por hijos, los gastos médicos y la vivienda. Según las primeras indicaciones, se prevé un recorte de alrededor de mil millones, pero los trabajos de reconocimiento apenas comienzan. Se podrá contar con la buena evolución de los ingresos, pero ciertamente (a la espera de verificar sobre el terreno cuánto se recaudará del acuerdo preventivo bienal y del quinto tramo del desguace) el capítulo de revisión del gasto Tenemos que garantizar una contribución no secundaria a los saldos finales del presupuesto.

Revisión de gastos

Hasta ahora se ha supuesto que en 2025 la revisión del gasto a cargo de los ministerios no debería ser inferior a 2.500 millones. Habrá que intentar subir el listón, teniendo en cuenta que el impacto de las medidas financiadas sólo para 2024 y que esperan confirmación el próximo año ronda los 18,2 mil millones. Se trata, en primer lugar, de financiar el descuento de cotización para rentas de hasta 35 mil euros por 10,7 mil millones, a lo que se suman 615 millones de la cuenta residual a honrar para confirmar el primer módulo de la reforma del Irpef (es la parte que excede el importe ya cubierto por el Fondo para la ejecución de la delegación fiscal). A continuación habrá que cuantificar los demás costes que normalmente se incluyen en el epígrafe «políticas sin cambios», incluidos los recursos que se asignarán para el próximo período contractual de tres años de los empleados públicos (2025-27) y la refinanciación de algunos fondos, incluidos algunos destinado a inversiones. En la agenda (pero todo dependerá de la cantidad de recursos disponibles) está la intención de extender el alivio también a las clases medias con ingresos de hasta 50 mil euros, que es el objetivo del viceministro de Finanzas, Maurizio Leo. Según las primeras previsiones, por el momento los recursos disponibles no superan los 6,3 mil millones. También pensamos en la implicación de los bancos. Así lo confirmó el ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti: “Los bancos, como otras entidades que obtienen beneficios y les va bien, estarán llamados, como todos los ciudadanos italianos, a contribuir a las finanzas públicas. Creo que no hay nada extraño. No habrá impuestos sobre las ganancias extraordinarias, pero sí sobre las ganancias, para ellos como para todos los demás.» Una hipótesis sería aumentar los tipos de interés de las cuentas corrientes, beneficiando a los clientes y al mismo tiempo también a las cuentas públicas.

No hay lugar para un nuevo déficit

El buen comportamiento de los ingresos abrirá espacios para beneficiar las cuentas de 2024, permitiendo también mejorar la tendencia del déficit, que el Def de abril sitúa en el 4,3%, con el objetivo de 2025 fijado en el 3,7%. Con el plan de gasto plurianual también se espera la actualización de las variables macroeconómicas y de finanzas públicas, que a esta altura también deberán registrar la estimación a nivel programático (y ya no solo tendencial) incluyendo el impacto de la maniobra. y las medidas contenidas en el mismo. Con el procedimiento de infracción en marcha, y a la luz del compromiso que exigen las nuevas normas presupuestarias, no habrá lugar para un nuevo déficit. Será necesario preparar una corrección media durante los siete años de validez del plan de aproximadamente 12 mil millones (0,6% del PIB), como se indica en la «trayectoria técnica» enviada por Bruselas el 21 de junio. La negociación se concretará a partir de septiembre y se centrará también en la cuantía del descuento que se aplicará en los próximos tres años debido al mayor gasto por intereses provocado por el aumento de los tipos, y se reflejará también -como pide Giorgetti- en la posible separación del gasto de defensa del cálculo del déficit.

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