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Los reguladores bancarios estadounidenses rechazaron el llamado testamento vital de Citigroup -un plan detallado para liquidarse en caso de una quiebra catastrófica- en la última reprimenda a un banco que ha recibido órdenes de mejorar los controles de riesgo durante casi cuatro años.
En una reunión a puerta cerrada, la mayoría de los cinco miembros de la junta directiva de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos votaron el jueves a favor de rechazar el plan de resolución de Citi. Los bancos más grandes del país, como parte de las reformas aprobadas tras la crisis financiera, deben tener planes de este tipo para proteger a los contribuyentes y al sistema financiero del impacto de su quiebra. La FDIC y la Reserva Federal los recertifican cada dos años.
La FDIC calificó los controles de datos de Citi como “deficientes”. Esa fue una rebaja respecto a hace dos años, cuando la FDIC y la Reserva Federal aprobaron el testamento vital de Citi pero calificaron sus controles de datos como una “deficiencia”.
La Reserva Federal todavía tiene que celebrar su propia votación sobre el testamento vital de Citi. Citi enfrentaría sanciones si ambos reguladores rechazan su plan.
Un portavoz de Citigroup dijo: “Continuamos haciendo inversiones sustanciales para modernizar nuestra infraestructura, incluido el trabajo que estamos haciendo para automatizar los procesos de informes regulatorios y de datos”. El banco dijo que confiaba en que “Citi podría resolverse sin el uso de fondos de los contribuyentes ni un impacto adverso en el sistema financiero”.
A finales de 2020, Citi recibió una multa de 400 millones de dólares por parte de la Reserva Federal y la Oficina del Contralor de la Moneda, otro regulador bancario, por no detectar transiciones riesgosas y otros problemas de control. La multa se produjo tras un incidente en el que el banco envió por error 900 millones de dólares a un grupo de fondos de cobertura que eran acreedores de la empresa de cosméticos Revlon.
El martes, Jane Fraser, directora ejecutiva de Citi, dijo en una conferencia de inversionistas que la resolución de cuestiones regulatorias era una de las áreas en las que el banco se había movido demasiado lento en los últimos años. Mark Mason, director financiero de Citi, dijo en el mismo evento que el banco estaba renovando sus esfuerzos para abordar cuestiones regulatorias y gastaría lo que fuera necesario para resolverlas.