Los parlamentarios están preparados para despenalizar los abortos en una votación histórica el próximo mes.
Es probable que deshagan una ley del siglo XIX según la cual las mujeres pueden ser procesadas por interrumpir embarazos más allá del límite legal.
Según la Ley de Delitos Contra la Persona de 1861, las mujeres pueden ser encarceladas si no tienen la autorización de dos médicos y terminar fuera del límite de 24 semanas.
Unas 100 mujeres han sido investigadas por este tipo de delitos desde 2019 y una fue encarcelada el año pasado.
La enmienda al Proyecto de Ley sobre Crimen y Justicia, presentada por la diputada laborista Diana Johnson, pondría fin a tales procesamientos.
Los diputados de todos los partidos apoyan el proyecto de ley.
Las encuestas de YouGov muestran que el 55 por ciento de los políticos quieren poner fin a los procesamientos, sólo el 23 por ciento los apoya y el resto «no lo sabe».
Sin embargo, como no modifica la ley de 1861, los médicos que realicen interrupciones tardías aún podrían ser llevados ante los tribunales.
Rachael Clarke, del proveedor de servicios de aborto BPAS, dijo: “Nuestras encuestas muestran una enorme división de género: tres cuartas partes de las parlamentarias creen que las mujeres no deberían ser procesadas en comparación con menos de la mitad de los parlamentarios masculinos”.