«Se ha superado un obstáculo importante», afirma Elbert de Jong, profesor de Derecho privado en la Universidad de Utrecht. «Se ha establecido la obligación de pagar daños y perjuicios. Ahora hay que determinar a cuánto asciende ese daño».
Eso no es tan fácil. El juez dictaminó que Chemours – o en realidad su predecesor DuPont – es responsable de la contaminación causada por las emisiones de PFOA en el período de 1984 a 1998. El caso fue presentado por los municipios de Sliedrecht, Papendrecht, Dordrecht y Molenlanden.
Pero Chemours también emitió PFOA tóxico antes de 1984 y después de 1998. No se puede culpar a Chemours de la contaminación anterior a 1984 y el juez todavía está considerando el período de 1998 a 2012. Después de 2012, Chemours ya no utilizó PFOA, sino GenX.
Pfas in het kort
Pfoa en GenX zijn allebei pfas. Deze stoffen zijn niet afbreekbaar. Daarom worden ze ook wel forever chemicals genoemd. Pfas kunnen kanker veroorzaken en hebben een negatief effect op de vruchtbaarheid.
‘Sólo hay que tener paciencia’
«Imagínese: tiene un terreno y hay una cantidad de PFA en el suelo. ¿Cuánto se ha asentado exactamente y en qué período? Esto puede resultar muy complicado», explica Arno Akkermans.
Según el profesor de derecho privado de la Vrije Universiteit Amsterdam, sería prudente esperar y ver qué decide el juez sobre el período 1998-2012. Aunque esa declaración no llegará este año. «Si yo fuera los municipios, tendría paciencia un rato».
Compensación por ‘importe con muchos ceros’
También dificulta determinar ahora cuánta compensación debe pagar Chemours a los cuatro municipios. «Pero me imagino que se trata de millones», afirma Akkermans.
Tim Bleeker, profesor asistente de derecho de responsabilidad medioambiental en la Vrije Universiteit Amsterdam, también cree que será «una cantidad con muchos ceros».
Es posible que Chemours se siente con los municipios para llegar a un acuerdo sin intervención judicial. Porque los procedimientos judiciales fácilmente podrían tardar años.
La pronunciación también es interesante para asuntos similares.
Esta afirmación también puede ser interesante para otros municipios o provincias que estén lidiando con una empresa contaminante en la zona. Pensemos en Tata Steel, por ejemplo. «Las provincias y los organismos encargados de hacer cumplir la ley buscan nuevas formas de recuperar los daños medioambientales. Este es un ejemplo de que esto también es posible a través de los tribunales civiles», afirma Bleeker.
«Puede estar seguro de que los abogados de Tata Steel están revisando los expedientes de sus permisos anteriores. Y también revisarán los permisos antiguos del lado municipal», dice Akkermans.
En esos casos, debe haber información que la empresa ocultó al solicitar un permiso. DuPont tenía permiso para emitir PFOA, pero había ocultado sus peligros potenciales.
Chemours también puede apelar la decisión del juez. Entonces la compensación tardaría aún más. La empresa aún no ha decidido si lo hará. Dice que «estudiará más a fondo» el fallo.