Los ministros flamencos Peeters y Demir viajan a Nueva York para la conferencia sobre el agua de la ONU: “Principalmente un truco de marketing para pulir su política de espacios en blanco”, dice Mieke Schauvliege

Los ministros flamencos de Medio Ambiente y Movilidad Zuhal Demir (N-VA) y Lydia Peeters (Open VLD) viajarán a Nueva York esta semana para la primera conferencia de las Naciones Unidas sobre el agua en casi 50 años. Peeters y Demir, entre otras cosas, presentarán el Flemish Blue Deal, que debería abordar la escasez de agua y la sequía.

En el contexto del Blue Deal, que Demir elaboró ​​en 2020, se añadirán 748 hectáreas de naturaleza húmeda en Flandes. Se han rediseñado unos 14 kilómetros de cursos de agua de forma natural, para que el agua se drene con menor rapidez. Además, habrá 350 vertederos adicionales para almacenar agua y se habilitará espacio para recolectar 35 millones de litros de agua de lluvia adicional.

“Especificar un compromiso concreto”

La conferencia sobre el agua de la ONU tendrá lugar del 22 al 24 de marzo y será inaugurada por el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, el miércoles. Demir es el líder de la delegación belga y, al igual que Peeters, hablará en nombre de Bélgica y Flandes y “expresará un compromiso concreto”, dice en un comunicado de prensa.

Ambos ministros aprovechan la oportunidad para organizar una serie de reuniones bilaterales. Ellos ven al Ministro holandés de Infraestructura y Gestión del Agua, Mark Harbers, al Embajador de Bélgica ante la ONU, Philippe Kridelka, y al Enviado de la ONU para el Agua, Henk Ovink, así como a varios expertos en agua. Peeters y Demir también visitarán Nueva York para ver cómo se protege la ciudad contra las inundaciones.

“Truco de marketing”

En respuesta al anuncio de Demir y Peeters, la diputada Mieke Schauvliege (Groen) dice que critica su misión. “La presencia de los ministros Demir y Peeters en Nueva York es principalmente un truco de marketing para pulir su política de espacios en blanco. Pero no protegerá a Flanders contra una posible próxima bomba de agua o contra períodos posteriores de sequía extrema. Que los ministros deliberadamente permanezcan sordos y ciego y negarse a hacer lo necesario es inaceptable”, dice.

Según Schauvliege, algunas intervenciones en el contexto del Blue Deal son negadas por la falta de una política estructuralmente decisiva. “Todavía se permite construir en zonas sensibles al agua, todavía no hay un tope concreto y sigue aumentando la pavimentación, todavía no hay un plan para evitar inundaciones extremas y deslizamientos de tierra”, denuncia. Schauvliege también recuerda una revisión reciente de la política de aguas flamenca realizada por el Tribunal de Cuentas, que descartó las iniciativas como “demasiado fragmentarias y limitadas”.



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