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Bruselas ha dado otro paso tentativo para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores de grupos de transporte compartido y de reparto como Uber y Deliveroo, tras una larga lucha con los Estados miembros individuales sobre las normas que rigen el estatus de los empleados.
Los ministros de los 27 países ratificaron el lunes normas que ayudarán a “determinar la situación laboral” de unos 28 millones de trabajadores de la “economía colaborativa” de la UE, permitiéndoles beneficiarse de derechos laborales como la licencia de paternidad y el pago de vacaciones, dijo el Consejo de la UE el lunes. Lunes.
Sin embargo, la industria de la economía colaborativa dijo que la directiva no logró crear reglas armonizadas en el bloque para sus trabajadores, lo que significa que la regulación seguirá estando fragmentada.
“Los legisladores de la UE han votado a favor de mantener el status quo hoy, y el estatus de los trabajadores de plataformas continúa decidiéndose de país a país y de tribunal a tribunal”, dijo un portavoz de Uber.
“Uber ahora pide a los países de la UE que introduzcan leyes nacionales que brinden a los trabajadores de plataformas la protección que merecen manteniendo al mismo tiempo la independencia que prefieren”, añadió la empresa.
Cada estado miembro tenía dos años para convertir la directiva en ley, dijo el consejo, el organismo de Bruselas que representa a los estados miembros. La comisión redactó las reglas por primera vez en 2021.
“Este es un día trascendental para los trabajadores por cuenta ajena”, dijo Nicolas Schmit, comisario de Empleo y Derechos Sociales. “Las nuevas normas de la UE darán a los trabajadores de plataformas más derechos y protecciones sin obstaculizar la capacidad de desarrollo de las plataformas. La UE ha cumplido hoy”.
Una primera versión de la directiva describía las reglas a nivel de la UE, pero fue descartada después de la oposición de algunos países. Las conversaciones se estancaron después de que ese acuerdo no lograra obtener el apoyo de los estados miembros, incluidos Francia, Alemania, Estonia y Grecia.
Pero los países llegaron a un compromiso. Como parte del acuerdo, en los casos en que un trabajador pueda demostrar a nivel nacional que una empresa tiene “control y decisión” sobre sus actividades, podrá ser clasificado como empleado. Esa designación les daría acceso a beneficios, como seguridad social y atención médica. Ahora la responsabilidad de demostrar que sus trabajadores no son empleados recaerá en las empresas.
Mientras tanto, las empresas de economía colaborativa se han resistido a la regulación a nivel de la UE que les impone Bruselas porque temen que las reglas les generen costos más altos, como pagar más por la cobertura médica. También les preocupa el costo para los consumidores.
Las primeras estimaciones de la Comisión Europea dijeron que las regulaciones aumentarían los precios de los servicios de empresas como Uber y Bolt en un 40 por ciento.