Todavía son bastante frescos y afrutados. Quizás esta noche se den cuenta, se respira en el aula del colegio universitario Roelof van Echten de Hoogeveen. Allí, los estudiantes trabajan en grupos de forma continua durante treinta horas.
Participan en un hackathon. “Se trata de un evento en el que los estudiantes intentan resolver un problema en muy poco tiempo”, explica el profesor Peter Kroezen. Y ese cortísimo tiempo son treinta horas. “Fue una noche corta”, dice el estudiante Dennis Schoterman. “Creo que dormimos seis horas como máximo”. Él es uno de los estudiantes que participan. En Drente, Groninga y Frisia participan en total unos trescientos estudiantes.
El problema al que se enfrentan es el de la alimentación. “Abarca desde la distribución de alimentos hasta la alimentación saludable y desde la conciencia de lo que uno come hasta cuál es su patrón de alimentación. Por eso es muy diverso”, dice Kroezen.