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Una importante feria agrícola en París desembocó en enfrentamientos entre la policía antidisturbios y los agricultores cuando Emmanuel Macron prometió una mayor ayuda financiera para la agricultura, en la última señal de tensiones en toda Europa por la producción de alimentos.
Decenas de agricultores enojados irrumpieron en el Salón de la Agricultura anual en París antes de su inauguración el sábado, luchando con la policía que intentó contener a la multitud. Varios manifestantes fueron arrestados.
El presidente francés trató de calmar la reacción con promesas de más ayuda financiera para los agricultores en dificultades. Dijo que presionaría para que Bruselas introduzca más protección para los agricultores en toda la UE y agregue precios mínimos a la ley francesa existente para garantizar que los agricultores puedan cubrir sus costos de producción al negociar con los minoristas.
Pero tuvo que cancelar un recorrido por el salón, que el presidente francés tradicionalmente visita todos los años. En lugar de ello, celebró un encuentro con los agricultores, quienes presentaron sus quejas.
Miles de visitantes tuvieron que hacer cola afuera porque la inauguración del evento se retrasó varias horas.
«No podremos solucionar la crisis agrícola en unas pocas horas», dijo Macron. “Estoy pidiendo calma”.
Las escaramuzas se producen tras las protestas de los agricultores en toda Europa, desde Rumania y España hasta Polonia, en las últimas semanas. Han criticado lo que consideran una legislación medioambiental engorrosa, así como las importaciones baratas de alimentos desde fuera de la UE, incluido el pollo de Ucrania en condiciones comerciales favorables.
En respuesta, los políticos europeos han emitido una serie de promesas en un intento por apaciguar a la industria antes de las elecciones de la UE en junio.
El lunes los agricultores volverán a salir a las calles de Bruselas cuando los ministros de agricultura se reúnan para debatir nuevas medidas, como eximir a los agricultores de ciertas normas medioambientales de la UE.
Los agricultores franceses suspendieron sus bloqueos hace unas semanas tras una serie de medidas gubernamentales, pero la tensión ha vuelto a aumentar en los últimos días.
El Palacio del Eliseo intentó organizar un “gran debate” entre Macron y los productores y minoristas de alimentos en el salón, pero resultó contraproducente debido a la posible asistencia de un grupo ambientalista radical que se ha enfrentado violentamente con los agricultores en el pasado.
Macron acabó manteniendo un debate improvisado.
“Necesitamos contratos que nos digan: ‘si quieres ser más virtuoso, te ayudaremos y te pagaremos’”, dijo uno de los agricultores.
El gobierno francés ya ha hecho aproximadamente 400 millones de euros en concesiones a los agricultores. Incluyen dinero de emergencia y la suspensión de las prohibiciones de pesticidas, al tiempo que instan a Bruselas a suavizar algunas reglas verdes.
Información adicional de Leila Abboud