Las trabajadoras sexuales pronto podrán comenzar a trabajar oficialmente como empleadas. El gobierno federal decidió esto el viernes, informa el Ministro de Trabajo y Economía, Pierre-Yves Dermagne (PS).
Desde el 1 de junio del año pasado, el trabajo sexual ya no está prohibido en nuestro país. Desde entonces han podido trabajar legalmente como autónomos y así acumular derechos sociales. El proyecto de ley que fue aprobado el viernes asegura que también pueden trabajar como empleados. Según el ministro de Asuntos Sociales, Frank Vandenbroucke (Vooruit), el proyecto de ley debe garantizar que las trabajadoras sexuales reciban los mismos derechos que los demás empleados.
Al mismo tiempo, el proyecto de ley incorpora garantías de seguridad. Por ejemplo, las trabajadoras sexuales pueden negarse a realizar actos sexuales o rechazar clientes sin que esto sea motivo de despido, y debe haber un botón de emergencia en cada habitación, dice el Ministro de Justicia Vincent Van Quickenborne (Open VLD). Además, el empleador debe tener antecedentes penales limpios y estar establecido en Bélgica, y siempre debe estar presente una persona de referencia.
“Este paso adelante no tiene la intención de fomentar la prostitución, sino que proporciona un marco para ello”, enfatiza Dermagne. El proxenetismo todavía está prohibido, y cualquier persona que utilice trabajadoras sexuales fuera del marco legal, es decir, proxenetas, aún puede ser procesada.
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