Habiendo crecido en Chingford, Essex, su madre, Sandra, era peluquera y su padre, Ted, era instalador de cocinas. De crianza modesta, el fútbol era su pasión. Y de repente, recibir el salario de un futbolista se convirtió en una novedad y a David le gustaba gastar.
“Me gustan las cosas bonitas”, dice, demostrando que su amor por la moda y los relojes superó al conocer a Victoria. Su ex compañero de equipo, Phil Neville, dice: “David solía cobrar su salario un viernes y luego gastarlo el sábado, todo. Y luego pasaba los siguientes cinco días esperando su próximo salario para conseguir los jeans a juego. Ese era él. Ten dinero, gástalo”.
David también admite que firmó un contrato con Adidas por 50.000 libras esterlinas e inmediatamente después “fue y compró un M3″. [car] por 50.000 libras.”