La cosecha de patatas está en pleno apogeo y hace décadas, durante este período, varios arqueólogos aficionados aprovecharon la oportunidad para visitar las numerosas fábricas de harina de patata en Drente y Groninga. Porque cuando se excavan los campos en Drente, no sólo salen patatas del suelo, sino que también salen piedras. Y esas piedras pueden tener valor histórico.
En los años 1960 y 1970 llegaron cargamentos de patatas a las fábricas de Avebe y los empleados retiraban continuamente el lastre, como ramas, residuos y piedras. Uno de ellos era Hendrik-Jan Boer de Hijken, antes de casarse y antes de montar su propia granja, trabajó para una campaña de patatas en la fábrica de harina de patatas de Orange. El característico edificio en el que se instaló Speelstad Oranje años más tarde.
Allí, en la cadena de montaje, conoció a un hombre llamativo y jovial. Resulta ser Tjerk Vermaning, el arqueólogo aficionado de Drenthe que, años más tarde, es el personaje principal de una importante investigación sobre falsificaciones. Hendrik-Jan Boer ya falleció, pero su esposa habla del momento del encuentro entre ambos: “No sé exactamente cómo entró en contacto con Vermaning. Pero él dijo que le guardaba hermosas piedras. Trabajaba en el turno de noche, así que el otro día llamó a Vermaning para contarle lo que había encontrado.
A través del empleado de la fábrica de harina de patatas, Tjerk Vermaning pudo averiguar en ocasiones de dónde procedían los hallazgos. “A partir de las patatas que llegaban se podía determinar de qué tipo de terreno y de qué zona del pueblo procedía esta carretera”, explica Trijn Boer. Según sus propias palabras, Hendrik-Jan Boer también habría entregado al famoso arqueólogo aficionado una hermosa hacha de mano y lo habría llevado, entre otras cosas, a un campo cerca de Hijken, donde Vermaning también hizo varios hallazgos.