Las consecuencias en el Gobierno de la rasgadura de Conte en el gasto militar

La respuesta fue inmediata. Después de una hora y media de entrevista infructuosa en la que Mario Draghi le había mostrado a Giuseppe Conte que el aumento de los créditos para la Defensa está en la línea de años anteriores, empezando por aquellos en los que el abogado del mismo pueblo se sentó en el Palacio Chigi, el primer ministro hizo supo, sin rodeos y con un pasaje al Quirinale para subrayarlo, que cuestionar «los compromisos asumidos» en un momento tan grave, con la guerra a las puertas de Europa, socavaría «el pacto que mantiene en pie a la mayoría». . «

La hipótesis de una crisis de gobierno

La de Draghi no es una reacción caliente. En reversa. El primero en airear una crisis no fue el primer ministro sino el propio Conte, que en los últimos días había repetido varias veces que los M5 «nunca» votarían por el rearme. Ahora es impensable que un líder político, un ex primer ministro, no se dé cuenta de que una posible «disociación» en un tema tan importante no puede quedar sin consecuencias. Y que queríamos llegar a una ruptura también lo confirma lo sucedido en las mismas horas en el Senado donde los pentastellati estaban furiosos porque la presidenta de la comisión de Defensa, Roberta Pinotti del Pd (el partido que debería ser el principal aliado de Conte) lo hizo. no votar la agenda presentada por los Hermanos de Italia, es decir, por la oposición, sobre la que se consumaría la división de la mayoría dado que el gobierno había emitido un dictamen favorable. «Habríamos votado en contra», ha confirmado el propio líder del M5 en referencia al documento que compromete al Gobierno a alcanzar el umbral del 2% del PIB para gastos militares como exige el acuerdo de la OTAN y que es idéntico al aprobado por la Cámara el pasado mes de marzo. 16 con el apoyo de M5s también.

Conte se encuentra con Draghi: «M5S no se opone a los costes de defensa pero no se apuran»

La firmeza de Draghi, las elecciones de Conte

Este es el prólogo que condujo a la subida al Colle di Draghi. El primer ministro no tiene intención de permitir ambigüedades en un tema tan importante, en el que está en juego el papel de Italia, señalado entre los países llamados a garantizar el cumplimiento de los acuerdos de paz en un futuro que se espera muy cercano. ¿Ahora le toca a Conte decidir qué hacer?

Hay quienes sostienen que el recién reconfirmado líder del M5 está tentado por un regreso a las urnas en breve, en junio. Hipótesis bastante improbable. Aunque se detuviera la caída vertical que marcan las urnas y sin siquiera tener en cuenta el condicionante del segundo mandato que impediría la reelección de muchos de los actuales parlamentarios, pocos podrían aspirar a volver al Parlamento, dado que hay también la necesidad de hacer contar con la reforma que redujo el número de diputados y senadores buscados por el Movimiento Beppe Grillo.

Por no hablar de que, si no llegas a finales de septiembre, la anualidad no se devengará automáticamente sino que tendrás que pagar todas las cotizaciones que faltan. “Por último, pero no menos importante”, el riesgo de escisión: es difícil imaginar a Luigi Di Maio siguiendo a Conte por este camino ya que el canciller es uno de los más convencidos de continuar con la línea de gobierno.



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