El caso de dos misteriosos fósiles finalmente ha sido resuelto después de que fueron identificados erróneamente hace 50 años.
Dos pequeños ejemplares redondos fueron recolectados por un sacerdote colombiano llamado Padre Gustavo Huertas entre los años 1950 y 1970.
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Los encontró mientras buscaba fósiles en un pueblo llamado Villa de Levya en Colombia.
Huertas decidió que los pequeños fósiles eran plantas debido a lo que parecía un patrón de hojas en cada uno.
A nuevo estudio analizó los objetos redondos años después y concluyó que los fósiles son en realidad tortugas bebés.
Fabiany Herrera del Museo Field en Chicago dijo: «Fuimos a la colección de fósiles de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá y comenzamos a observar las plantas, y tan pronto como las fotografiamos, pensamos: ‘esto es extraño'».
Y añade: «Cuando lo miras en detalle, las líneas que se ven en los fósiles no parecen las venas de una planta; estaba seguro de que lo más probable era que fuera hueso».
Se dice que los fósiles se remontan a hace entre 132 y 113 millones de años.
Eso los sitúa en la era de los dinosaurios.
Otra cosa inusual sobre el hallazgo fue que las crías de tortuga apenas estaban saliendo del cascarón cuando murieron.
Los investigadores enviaron fotografías de los fósiles al paleontólogo Edwin-Alberto Cadena.
Dijo: «Me enviaron las fotos y dije: ‘Esto definitivamente parece un caparazón’: el caparazón superior óseo de una tortuga».
Una vez que se enviaron las fotografías a escala, reveló cuán jóvenes eran las tortugas.
Cadena explicó: «Dije: ‘Bueno, esto es notable, porque no solo es una tortuga, sino que también es un espécimen recién nacido, es muy, muy pequeño».
Los investigadores ahora han apodado al espécimen «Turtwig».
Turtwig es un Pokémon popular que es mitad tortuga y mitad planta.
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